Convento de las Trinitarias, descanso final de Miguel de Cervantes Saavedra
En la placa de su tumba puede leerse un texto de Lostrabajosde PersilesySegismunda
Los restos de Miguel de Cervantes Saavedra reposan desde ayer en una lápida en la iglesia de San Ildefonso del Convento de las Trinitarias, en el centro de la capital de España, lugar donde el escritor siempre quiso descansar, según los historiadores.
En la placa de su tumba se lee el siguiente texto de la Real Academia Española: “Yace aquí Miguel de Cervantes Saavedra 1547-1616. El tiempo es breve/ las ansias crecen/ las esperanzas menguan/ y con todo esto/ llevo la vida sobre el deseo/ que tengo de vivir”. Las palabras corresponden a Los trabajos de Persiles y Segismunda.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, colocó una corona de laurel en el monumento funerario instalado en la iglesia, donde El Príncipe de los Ingenios recibió honores militares.
La lápida alberga los restos de Cervantes y los de otras personas identificadas tras los trabajos arqueológicos. Cuenta con una placa sobre pieza caliza encima de un soporte tallado en granito. La lápida quedó integrada en el interior barroco de la iglesia, declarada Bien de Interés Cultural. “Es hora de decir: don Miguel, misión cumplida”, dijo Botella en su último acto público. “Cervantes vuelve a estar donde quiso estar, donde le dictó su buena conciencia en gratitud a la orden religiosa de las Trinitarias, que puso fin a sus cinco años y medio de suplicio en la prisión de Argel”, destacó.
La alcaldesa afirmó que con este monumento se salda “una deuda de orgullo con el extraordinario legado de historia y cultura de la gran nación que es España”.
También destacó de Cervantes que nunca se alejó de sus creencias, “ni en los más terribles momentos ni en las privaciones”, muy ligadas “a su profunda confianza en el ser humano y en el inquebrantable amor a la vida y a la libertad”.
Botella subrayó la “paciencia” de las monjas trinitarias. Recordó que éstas le comentaron que serían capaces de soportar todas las molestias de la investigación que llevó a encontrar los restos de Cervantes “por el bien de Madrid y de España”.
Cervantes recibió honores militares como soldado de España por parte de los regimientos del Ejército español herederos de los tercios en los que militó durante su servicio al rey y antes de que sonara “La muerte no es el final” y el himno de España.
El literato fue enterrado el 23 de abril de 1616, un día después de morir, en el templo primitivo, como dejó expresado en su voluntad testamentaria, con el fin de descansar allí durante la eternidad como agradecimiento a los Trinitarios, quienes le liberaron de los más de cinco años de cautiverio en Argel.
De acuerdo con el estudio de las fuentes documentales, detalló que en 1697 sus restos fueron trasladados, junto con los de su mujer, Catalina de Salazar, y los de otras 15 personas enterradas entre 1616 y 1630, a la cripta del templo actual.
En marzo los restos fueron hallados por un equipo de investigadores. Los promotores del proyecto fueron el investigador Luís Avial, el antropólogo Francisco Etxeberría y los historiadores Fernando de Prado y Francisco Marín Perelló.
En la cripta encontrada había tres niveles de enterramiento; los restos del escritor y de su esposa se encontraban en la capa más baja. En los niveles más profundos las vestimentas de algunos de los fallecidos aún estaban en buen estado de conservación. m