¿Qué necesidad de ilusionar a los aficionados Chivas?
No puede arriesgarse el Guadalajara a hacer un papelón como el que ya están protagonizando con la supuesta adquisición de la carta de Alan Pulido. Antes de entablar cualquier negociación con la directiva de los Tigres, el equipo directivo que comanda Néstor de la Torre debió de haberse cerciorado de que el jugador, inscrito el último torneo con el equipo griego Levadiakos, realmente estaba interesado y decidido a regresar a la Liga MX en medio todavía de la feroz disputa contractual que el Tribunal de Arbitraje Deportivo está dilucidando.
Por lo que se ve no lo hicieron y las horas que dedicaron a este tema van a resultar inútiles. ¿De qué sirve haber manejado una suma de dinero para comprar a Pulido si éste no estaba de acuerdo y lo que quiere es seguir en Europa desafi ando cualquier criterio?
¿Era imposible que Néstor o cualquiera de sus colaboradores le hiciera una llamada a Alan o a su hermano (que dicen influye mucho en él) o a su representante?
Yo creo que no. La prueba es que posterior al anuncio realizado por el presidente de los Tigres, Alejandro Rodríguez, la noche misma del pasado miércoles 10, algunos periodistas pudieron conocer de forma directa y rápida la respuesta ya sabida del delantero.
¿Entonces? ¿Qué necesidad hay de meterse en una historia de este tipo? ¿Lo hicieron sabiendo ya que era imposible simplemente para ilusionar a sus seguidores con la idea de que estaban moviéndose en el mercado?
Más allá de esta historia, urge saber cómo le va a hacer el Guadalajara del Chepo de la Torre para potenciar su ataque. Están ahora Omar Bravo, Carlos Fierro y casi nadie más como elementos probados.
¿Terminarán convenciendo a los Pumas de que les vendan a Eduardo Herrera? ¿Encontrarán por ahí algún artilugio reglamentario para negociar con Javier Aquino si es que éste decide regresar al futbol mexicano? ¿O podrán convencer a Pulido haciendo las cosas al revés?