Los Grandes Maestros del Carrillo Gil, en el Musas
Son 75 las grandes obras pertenecientes a la colección del museo capitalino que están siendo exhibidas desde el jueves en Sonora
Hermosillo mantiene un clima desértico donde los paisajes lucen semiáridos y las temperaturas han llegado a elevarse hasta los 50 grados. Hablar de Sonora no solo implica mencionar altas temperaturas climatológicas sino también de eventos desafortunados que han colocado al estado en la polémica.
Pese a lo anterior, en 2009 se logró consolidar un espacio de cinco mil metros en el que la cultura sería prioridad. Hoy, más de 250 mil personas han visitado uno de los mayores proyectos de infraestructura cultural de esta región, donde el principal objetivo es “ser un apoyo a la educación integral de los habitantes del noroeste del país”.
El jueves por la noche el Museo de Arte de Sonora (Musas) se convirtió en el primer recinto en albergar en el país, fuera de la Ciudad de México, la exposición Grandes Maestros. Obras de la Colección Carrillo Gil. Conformada por 75 obras, principalmente con obra de José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, esta es una muestra representativa del patrimonio cultural que ha representado a México en varias partes del mundo.
Según Rubén Matiella, director del museo, esta exhibición complementa perfecto con la misión de Musas, ya que buscan difundir “cómo se ha formado la historia de nuestro país, y esta exposición es una parte representativa de ella”.
Con pintura, dibujo, litografía y grabado se ofrece una visión a la población —no solo sonorense sino de estados aledaños, incluso de Arizona, California y Nuevo México, que han mostrado interés por visitar el recinto museístico—, sobre los temas que abordaron los grandes de la Escuela Mexicana de Pintura y del acervo que el doctor Alvar Carrillo Gil empezó a conformar en 1938.
Entre las obras destaca precisamente el dibujo con el que Carrillo Gil inició su colección: La Chole (1913-15), obra de Orozco y ejemplo de uno de los principales núcleos en los que se divide la exposición: la representación de la mujer vista desde diferentes técnicas estéticas.
La muestra, curada por Carlos Palacios, se enfoca también en las consecuencias de la Revolución mexicana. Aquí se puede ver cómo “en los años 40, Orozco aborda temas como la milicia, la violencia y la vida popular de manera satírica”, explicó América Juárez, jefa de Conservación del Museo Carrillo Gil.
La muestra, que estará abierta hasta finales de septiembre y con la posibilidad de que se extienda hasta enero de 2016, fue planeada para crear un puente entre la obra que abre la exposición, Mujer enverde (1916), de Diego Rivera, pieza cubista de las vanguardias mexicanas, y la obra abstracta del pintor austromexicano Wolfgang Paalen, lo que da un amplio panorama sobre la estética de la modernidad mexicana. m