Libre flotación ha servido al peso por 20 años: Hacienda
A quienes han vaticinado una paridad de 17 pesos por dólar, el funcionario les pide no desconcertarse por lo que pasa; “es una situación de corto plazo que sucede en el mundo”
México tiene 20 años flotando con buenos resultados, afirma el titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda, Luis Madrazo Lajous, al referirse al régimen flexible de libre fluctuación del tipo de cambio adoptado en el país desde diciembre de 1994.
En entrevista con MILENIO, el funcionario que funge como economista en jefe de la dependencia, aseguró que este esquema es uno de los principales baluartes de la economía, y el mecanismo institucional que opera a través de la Comisión de Cambios, considera, debe seguir en manos de la Secretaría de Hacienda, porque demuestra que ha funcionado la coordinación entre esta dependencia y el Banco de México.
Por eso, a quienes han vaticinado que el tipo de cambio estaría llegando a 17 pesos les pide que “no nos debe desconcertar lo que está pasando”, porque es una situación de corto plazo que está sucediendo en todo mundo. “Tenemos desde hace 20 años un tipo de cambio flexible, es una de las fortalezas de la economía mexicana porque le permite enfrentar, acomodar y amortiguar choques externos en mejores condiciones respecto a otros países”, aseguró.
Lo único que “debemos estar vigilantes”, dijo Madrazo, es respecto al orden y la liquidez con la que se dan los ajustes en el mercado cambiario y es lo que “hemos estado haciendo a través de la Comisión de Cambios”; hace tres meses se anunció que se dejarán de acumular reservas y se extendió por más tiempo.
Refirió que en un principio la libre flotación no funcionaba tan bien como un amortiguador porque no estaban bien ancladas las expectativas de inflación. “Cuando se movía el tipo de cambio automáticamente se tomaba como una señal para ajustar los precios, pero en los últimos 20 años lo que ha sucedido es que se ha consolidado la política monetaria; coincide con la autonomía del Banco de México que le ha dado credibilidad a la política monetaria y anclaje a las expectativas de inflación”, matizó.
Ahora los actores económicos hacen sus expectativas de inflación alrededor de las metas que establece el banco central y, por lo tanto, cuando hay un choque externo el tipo de cambio funciona como un amortiguador, agregó.
Enfatizó que es “curioso ver cómo en México —por razones entendibles que nos tocó vivir en los periodos 80 y 90 donde asociamos un tipo de cambio que se movía en un momento difícil—, en los países que ya tenemos mucha experiencia, como ya lo es México ahora con un régimen flexible, se dan cuenta que una depreciación cuando el país es abierto con capacidad de exportación, les genera mayores oportunidades.
En ese contexto, Madrazo ponderó que si bien se han presentado choques adversos con la caída del precio del petróleo y la expectativa de que suban las tasas de interés en Estados Unidos, el tipo de cambio está sirviendo como amortiguador y nos da esa flexibilidad de y capacidad de ajustarnos, y preservar la estabilidad y hacernos más competitivos.
Desde su punto de vista, la responsabilidad de la política cambiaria en