La Copa América
Ha resultado una competencia muy pareja en la primera ronda, hemos visto buenos momentos de algunas selecciones y también muchos minutos grises y huecos, quizá más individualidades brillantes que conjuntos embalados.
Del Tri ya comentamos… nada bueno ni agradable, y ya veremos cómo afecta la ausencia forzada de Rafael Márquez que se perderá el resto de la primera fase por lesión muscular… Sonará feo, pero quizá nos convenga.
UNA PRIMERA RONDA CON MUCHAS SORPRESAS
Y si no, dígame usted que esperaba el empate a 0 del Tricolor con Bolivia, que Uruguay solo le haya metido un gol a Jamaica, la victoria de Venezuela 1- 0 sobre Colombia o el empate a 2 goles de Paraguay y Argentina… O sea cuatro de seis juegos de la primera ronda resultaron alejados de expectativas esperadas.
Después de haber visto lo que ha dejado la primera ronda de la Copa América, me parece que la paridad de los equipos en este inicio ha sido la pauta, cierto que hemos visto sorpresas, pero el nivel ha sido muy parejo en cuanto a lo futbolístico. Creo que han resaltado las individualidades y han quedado a deber los conjuntos.
OTRO PIOJO Es el que estamos viendo, se le nota diferente, se siente distinto, indiscutiblemente ha cambiado, inclusive en cosas tan suyas como nunca esconder su alineación titular, es obvio que está tenso y nervioso, su lenguaje corporal y su actitud se siente muy diferente, se le nota a leguas, y es que no es lo mismo llegar para enderezar un trabajo como “relevista”, que ser “pitcher abridor”.
MAL DE MUCHOS, CONSUELO DE PEN… SADORES
Después de esta primera ronda, me queda el sentimiento de que nadie tiene su lugar asegurado en la segunda, creo que aún no hemos visto a ninguna selección en su real nivel, como que fue uno de esos primeros rounds que en el boxeo llaman “de estudio”.
Obviamente los grandes de siempre siguen siendo favoritos: Argentina y Brasil a la cabeza, hoy veremos a otras dos incógnitas, el anfitrión y el Tricolor… Mi corazón me reitera que será el Tri quien repunte, pero mi cerebro me grita ¡cuidado!
PD. La esperanza es lo último que muere.