Alfonso Reyes, un autor “muy antologable”, dice Javier Garciadiego
La cifra la ofrece el mismo Javier Garciadiego: se han hecho alrededor de 70 antologías de Alfonso Reyes, incluso cuando él aún estaba con vida, muchas de ellas están agotadas, algunas generosas y otras muy pequeñas, otras temáticas y algunas reunidas a partir del género literario, y todo porque se trata del “autor más antologable que podamos tener”. “No es autor de una obra emblemática, como puede ser Cien añosdesoledad para García Márquez, o Libertadbajopalabra para Octavio Paz… no tiene un título, pero en cambio tiene una obra muy extensa: más de 20 volúmenes, a los que hay que agregar los dos tomos de misión diplomática, los siete de su diario, más los muchísimos tomos que pueden todavía aparecer de epistolarios”.
Por esa razón, Javier Garciadiego, director de El Colegio de México (Colmex), decidió realizar una antología más del escritor: AlfonsoReyes,“unhijomenor delapalabra” (FCE, 2015), una compilación que abarca todos los géneros literarios en los que tuvo alguna participación, como poesía, cuento, o ensayo, pero en especial sus textos canónicos. “Otra razón por la que Alfonso Reyes es muy ‘antologable’ es porque la primera mitad de su vida profesional como escritor la pasó en el extranjero: de 1913 a principios de 1939 vivió fuera, entonces muchos de sus libros fueron publicados en sus países de destino diplomático, tiene libros publicados en España, en Argentina, en Brasil, en todos lados”.
Muchos de sus libros eran inconseguibles, salvo que se hubieran reeditado en México a su regreso, o a través de las obras completas, que es una manera un poco difícil de acceder a Reyes; sin embargo, no se trata de la antología del autor al que nadie ha leído, sino donde se recuperan textos que aún tienen mucho que decir para los lectores contemporáneos. “Tiene mucho que decir, porque estamos en un mundo globalizado y Reyes cuando regresa a México se encuentra con un país muy nacionalista, y lo que entonces dijo es que no rompiéramos con nuestro nacionalismo, pero también seamos universales y, hoy día ese mensaje es válido”, enfatizó Garciadiego.
Pero lo más importante, a decir del historiador, es que de muchas maneras se trata de un autor “civilizatorio”, quien a través de sus escritos invitó a la cordura, al diálogo y a la conversación. “Reyes no es un autor de recetas, no es ortodoxo, dogmático: nunca tuvo una ideología excluyente en materia política y eso nos viene ahora como anillo al dedo. En un momento en que todas son afirmaciones políticas categóricas, excluyentes, una voz conversacional, un autor que habla y te escucha, que no dicta recetas, con lo que se convierte en un autor muy oportuno”. m