Su mejor cara
La selección mexicana sacó un empate a tres goles contra el rival más complicado que tenía en la fase de grupos
De aplaudir en toda regla lo que mostró ayer México y el empate a tres goles que le sacó a Chile, un equipo hecho con jugadores que en su mayoría no han tenido tanto recorrido con la playera verde, que por momentos muestran sus carencias en técnica y defensiva, pero que ayer fueron más los lapsos en los que sacó el maltrecho orgullo, las ganas de demostrar que no son un rival pequeño, que no tendrán el nombre de otros, pero que por coraje no faltó.
Defendieron con el cuchillo entre los dientes, sacaron el balón como pudieron de su área, sobre todo los últimos minutos, atacaron en un primer tiempo para no cederle terreno al rival y les funcionó, por supuesto, de la mano de varias fallas de los atacantes chilenos.
No golearon a México como la voz popular había presagiado, el Tricolor de nueva cuenta se creció contra un rival difícil y el punto le da vida.
En los primeros instantes ambas selecciones se neutralizaron en tres cuartos de campo, cada vez que el enemigo intentaba pasar de ese sector. Chile intentó un par de ocasiones por conducto de Eduardo Vagas, quien trató de fi ltrar el balón a Alexis Sánchez, pero se encontró con Hugo Ayala y Juan Carlos Valenzuela, quienes estuvieron atentos.
Hasta esos instantes, la más peligrosa fue de México, cuando Raúl Jiménez prefirió tirar en lugar de centrar para Matías Vuoso, quien estaba mejor ubicado; el resultado: un tiro flojo y alejado de la portería.
México se mantenía ordenado, metiendo la pierna cuando era necesario. Y sin temor se iba al frente cuando las circunstancias se lo permitía; y así llegó el tan impensado gol: Juan Carlos Medina hizo de las suyas y le mandó el balón a Vuoso, quien llegó a empujarla y así metió el 0-1. Ese tanto que hizo vibrar a las pequeñas manchas verdes que cobraron vida en la tribuna del Estadio Nacional.
El Tricolor se había mantenido sólido atrás, Hugo Ayala comandaba bien la central, y en todas las llegadas del local les quitaron de manera limpia la pelota. Pero, cuando más resaltaba esto, Arturo Vidal se levantó en el área mexicana para contactar la bola con la cabeza y en con un soberbio remate venció a Jesús Corona.
CAMBIOS
Con el empate a uno, y tras un centro de Jesús Tecatito Corona, Gerardo Flores remató con la cabeza, Claudio Bravo la desvió, pero el balón pegó en el travesaño, y después salió.
El Tricolor no se descompuso, y pese a los embates de los chilenos, cuando tenía oportunidad se lanzaba al frente, todo pasó por las piernas de Javier Güémez, quien tuvo buena recuperación y repartió juego al frente.
En esas circunstancias llegó el segundo gol para los mexicanos, Jiménez pegó tremendo salto y cabeceó de mejor manera, para mandarla cerca del ángulo izquierdo de Bravo.
Y de nueva cuenta, al Tri le hicieron gol con una cabezazo, esta vez fue de Eduardo Vargas, quien dejó sin opciones a Ayala, y concretó el 2-2.
El segundo tiempo inició con un equipo local tocado por el orgullo, lanzado al frente, sacando el talento de sus mejores hombres Vidal, Valdivia, Vargas y Sánchez comenzaban a preocupar a los defensas mexicanos.
En una de esas excelentes triangulaciones, Vargas quedó bien colocado, pero sacó un tiro suave, directo a las manos de Jesús Corona.
Eran constantes las jugadas como la anterior, un preludio de que México perdía terreno. En una de esas, Vidal se metió al área mexicana y en su intento de frenarlo, Gerardo Flores le cometió penal. Fue el mismo Vidal quien concretó la pena máxima.
Chile seguía con pelota dominada, pero sus intentos se iban por la borda. En un descuido, Adrián Aldrete aprovechó para ponerle un balón largo a Vuoso, y éste la mandó al fondo de la red. Lamentablemente para el cuadro mexicano, segundos después se desplomó Aldrete, salió de la cancha, le pusieron yeso, y el Piojo mandó al campo a Carlos Salcedo, y movió a Domínguez como lateral.
Era el 3-3, y México veía como una marabunta roja se establecía en su área, la falló Alexis, otra Vargas, y no llegaba el cuarto tan anhelado y trabajado para los chilenos.
Miguel Herrera metió a Osuna por elTecatito, que corrió y lució en las diagonales que tanto le gustan, pero Mauricio Isla lo secó en una que otra.
A Valdivia le habían anulado una anotación en fuera de lugar; luego apareció Alexis Sánchez, la metió ante un titubeo de Jesús Corona, pero el árbitro marcó otro offside, inexistente. m e d p u m t t A l s