Un bronce amargo
No es una medalla que yo esperaba, por lo que me quedo con un sabor agridulce”
Con un sabor agridulce calificó el marchista Horacio Nava su actuación en los Juegos Panamericanos después de obtener la medalla de bronce en la marcha de los 50 kilómetros, un lugar que no tenía pronosticado.
“Después de haber peleado hace cuatro años el oro, hoy (ayer) no se peleó y pensábamos que desde el kilómetro 15 o 20 el ecuatoriano (Andrés Chocho) no iba a acabar, a fi nal de cuenta hizo bien su estrategia después de haber recibido dos amonestaciones, por lo que se arriesgó y buscó el resultado”, declaró Nava.
El andarín mexicano se mantuvo durante toda la competencia en el grupo puntero, pero desde el kilómetro 40 comenzó a asegurar el sitio tres, ya que el ecuatoriano Andrés Chocho y el guatemalteco Érick Barrondo estaban afianzando los dos primeros lugares. Así Nava terminó con un tiempo de
Marchista mexicano
3:57:28 horas, mientras que Chocho ganó con un registro de 3:50:13 y Barrondo con 3:55:57.
“El clima estuvo bastante pesado por el calor y la humedad, pero eso fue para todos, los 50 kilómetros es una competencia muy estratégica e inteligente”, indicó el marchista.
Terminada su participación en el certamen canadiense, Nava duda que pueda participar en el Campeonato Mundial de atletismo que se realizará en Pekín, China.
“Es muy poco descanso el que tendré de cara a ese evento, por lo que debo ver si me podré recuperar al cien por ciento. Los 50 kilómetros es una distancia muy pesada y solo se puede caminar como tres veces al año”, declaró el chihuahuense, quien con el bronce no pudo refrendar el título panamericano que obtuvo hace cuatro años en Guadalajara 2011.