Soberón en sus propias palabras
El clima imperante en la UNAM durante 1972 fue de desquiciamiento institucional y violencia por doquier… Hubo intentos anarquizantes de establecer cogobiernos… principalmente en Economía, Ciencias Políticas y Filosofía y Letras”.
Así comienza Soberón su relato referido a “La Rectoría”, en la segunda parte de su autobiografía El médico, elrector, recientemente publicada por el FCE.
“La universidad fue obstruida y sus actividades detenidas el 25 de octubre (1972)… era un paro de labores, pero los sindicalistas le llamaban pomposamente huelga”.
En los dos párrafos anteriores se dibuja el pensamiento de Soberón y me parece que sobra adjetivarlos, hablan por sí mismos.
“Mi inicio como rector de la UNAM se dio en medio de la más grave crisis que la Universidad había vivido hasta entonces, una vez promulgada la Ley Orgánica de 1945… Los ingredientes más conspicuos de la situación conflictiva eran los paros y la violencia rampante… Poner orden en la casa se veía como una tarea descomunal”.
Ante ese “caos” anarquizante Soberón no dudó en usar a la policía para poner orden. La primera ocasión fue el...” en la madrugada del 10 de agosto (1973)… Los grupos de izquierda… iracundos, pidieron mi renuncia , pero no me tumbaron”.
“En 1975 hubo un incidente que se pudo haber desbordado a propósito de la visita del presidente Echeverría a Ciudad Universitaria”. Nunca dice claramente por qué lo “invitó”. “Hice la invitación oficial a Echeverría. “La ceremonia comenzó como se pudo… leí mi discurso a gritos…”. Lo cierto es que nadie lo escuchaba porque las protestas de los universitarios, sobre todo de los estudiantes, eran un clamor impresionante contra el rector y sobre todo contra Echeverría.
“Echeverría estaba de pie porque el tumulto le impedía sentarse. Iba a intervenir el líder del sindicato Evaristo Pérez Arreola, pero se hizo a un lado y quien agarró el micrófono fue Joel Ortega, otro de los líderes anarquistas de la Facultad de Economía, que se soltó a despotricar contra el gobierno”.
Hay muchas imprecisiones y varias cosas que no dice claramente, como las “negociaciones” previas y con quiénes las hizo.
Soberón se retrata. m