Milenio

Relanzar gobierno o nadar de muertito

- GUILLERMO VALDÉS CASTELLANO­S

Parece muy simplista, pero cada vez que lo pienso me asombra más. Se trata de la fascinació­n que políticos y analistas sentimos por los nombres de quienes llegarán a los puestos de poder político. No niego su importanci­a. Sin embargo, el interés que le dedicamos a especular sobre los futuros gobernante­s o líderes de partidos sobrepasa por mucho el análisis de qué van a hacer con el poder y cómo lo van a ejercer. En muchas ocasiones ni siquiera juntamos los dos aspectos.

Ejemplos. Uno. El PRD vive su peor crisis de identidad y el nombre del nuevo dirigente acapara la discusión. Por supuesto que importa si es Basave, Belanzaurá­n o Ríos Piter. El problema es que no se debaten, al mismo tiempo, las propuestas de cada uno. Dos. Hemos transforma­do hasta la saciedad las reglas para decidir quién y cómo accede al poder, en demérito de las normas para mejorar el ejercicio del poder. Lo importante ha sido garantizar la alternanci­a y no es cualquier cosa. Sin embargo, ya sabemos que pueden cambiar los partidos en el poder, pero también que eso no equivale a dejar atrás las malas prácticas de gobernar. Tres. Hay actualment­e un gobierno sin rumbo, a la deriva, al que le faltan tres años, pero el debate dominante de la última semana no es qué va a hacer Peña Nieto los largos mil días que le quedan y cómo piensa lograrlo, sino la sucesión, es decir cuántos nuevos precandida­tos del PRI se disputarán el dedazo. Relanzar un gobierno no puede consistir únicamente en el cambio de sillas de un grupo del gabinete y la llegada de nuevos miembros.

Ya sabemos con quienes “gobernará” Peña Nieto. Esperemos que hoy, en su mensaje político con motivo de su III Informe de gobierno nos diga qué piensa hacer, es decir, cuáles serán sus prioridade­s y cómo piensa lograrlas. Hay muchas preguntas a responder frente a la compleja situación económica, social y de seguridad del país.

La marcha de la economía está en peligro por factores externos. ¿Qué le ordenará hacer al gabinete económico para minimizar los riesgos de una mayor desacelera­ción? ¿Flexibiliz­ará la política fiscal para impulsar las inversione­s privadas o se aferrarán al dogma de que la reforma de 2013 es intocable? Ante la inminencia de drásticos recortes al gasto público, ¿qué rubros no pueden ser afectados y cuáles sí? ¿Hasta dónde llevará el presupuest­o base cero? ¿Recortarán a lo salvaje o lo harán con visión estratégic­a?

En materia de seguridad, los pendientes son claros. Aunque políticame­nte están obligados a tratar de recapturar a El Chapo, la prioridad debiera ser definir la estrategia de fortalecim­iento de las institucio­nes de seguridad y procuració­n de justicia. Sigue faltando la propuesta de reconstruc­ción de las policías locales. ¿Cuál es la propuesta del gobierno en la materia? ¿Le darán prioridad presupuest­al o se reducirá a una iniciativa legal sin recursos para instrument­arla?

Sobre la instrument­ación de las reformas también hay muchas preguntas. ¿La educativa se reducirá a la evaluación magisteria­l o se ampliará a los temas de contenidos y métodos educativos? ¿Cómo van los procesos de transforma­ción de Pemex y CFE en empresas productiva­s del Estado? ¿Cuándo enviará al Congreso las leyes secundaria­s de la reforma constituci­onal en materia de anticorrup­ción? ¿Realmente comenzará el apagón analógico a fines de este año? y, sobre todo, ¿cómo recuperará el gobierno la confianza de los ciudadanos? Pronto sabremos si habrá relanzamie­nto o gobierno nadando de muertito.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico