Turbulencia en China alarma a fabricantes de teléfonos inteligentes
Ventas de smartphones registran su primera caída trimestral en seis años; nueve de cada 10 habitantes urbanos ya cuentan con uno
La caída este verano en el mercado de valores de China llegó en un momento incómodo para las compañías de smartphones, que ya enfrentan dudas sobre sus perspectivas en el país.
Las ventas de teléfonos inteligentes descendieron 4 por ciento en el segundo trimestre —la primera caída en el comparativo anual en seis años—, estima el grupo de investigación IDC. Y si bien China es el mayor mercado de smartphones del mundo, disminuye el número de los primeros compradores, ya que nueve de cada 10 habitantes en sus principales ciudades ya cuentan con uno, de acuerdo con los analistas de Nielsen. “El mercado de smartphones de China ya mostraba una desaceleración a principios de este año”, dice Jeff Pu, analista de Yuanta, una tendencia “que se alimenta más por una alta penetración que por el débil crecimiento económico”.
Pero la fuerte caída en los precios de las acciones chinas aumenta la amenaza de un menor gasto por parte de los inversionistas minoristas, así como eleva los temores sobre un impacto más general en la economía.
El mercado de valores de China cayó 37 por ciento desde su punto máximo a mediados de junio, y los fabricantes de smartphones y sus proveedores se encuentran entre las víctimas más graves.
Las acciones de Lenovo, uno de los productores de dispositivos móviles más grande de China, cayeron casi a la mitad durante ese periodo, mientras que el fabricante de carcasas Byd y el productor de módulos de cámara Q Technology perdieron más de 60 por ciento. La alarma siguió hasta la cadena de suministro en Taiwán, con lo que se eliminó más de un tercio de la valoración de mercado de Novatek, que diseña los chips que utilizan muchos smartphones chinos.
Las repercusiones reflejan un panorama oscuro para los fabricantes de smartphones chinos que proliferaron y llegaron a dominar su mercado doméstico, ya que en muchos casos luchan por lograr una utilidad, de acuerdo con los analistas.
La caída del mercado de valores puede pesar más fuerte en Apple, ya que más de una tercera parte de sus ingresos dependen de China, dice Jane Zhang, analista de Gartner. Señala que el segmento demográfico chino que invierte en el mercado de valores se superpone sustancialmente con los que compran teléfonos móviles de gama alta. Muchos de ellos pueden aplazar las compras o pueden optar por dispositivos chinos con características técnicas similares.
Otros no están de acuerdo con el diagnóstico pesimista para Apple, entre ellos su presidente ejecutivo Tim Cook, quien dijo a CNBC la semana pasada que sus ventas en China todavía crecieron sólidamente en julio y agosto.
Si bien su apertura provocó una recuperación en las acciones de Apple, todavía se encuentran 13 por ciento por debajo frente a su valor a principios de junio, el doble que en el índice S& P 500. La penumbra afectó más fuerte a algunas de las compañías de la cadena de suministro de Apple, por ejemplo, las acciones de los proveedores de pantallas LG Display, de Corea del Sur, y Japan Display, de Japón, cayeron más de una quinta parte.
Algunos proveedores de Apple muestran una buena cara. Murata Manufacturing, cuyo mayor cliente es Apple, espera que las ventas de componentes para smartphones que se dirigen a China aumenten la mitad este año. “No vemos ningún efecto negativo general”, dice el fabricante japonés de productos electrónicos.
Los proveedores japoneses, como Murata, comparten la esperanza de Cook de que la expansión de la red rápida 4G en China impulsará la demanda de los teléfonos de gama alta, pero esa opinión contrasta con la ansiedad en otros lados. “Se siente incómodo que solo las compañías japonesas vayan al alza... habrá un impacto más adelante por la desaceleración china”, dice Hirohayu Watanabe, analista de SMBC Nikko Securities.
Pueden surgir más problemas por la repentina devaluación de la moneda china de este mes, lo que obligará a Apple a elegir entre aumentar los precios en el país o aceptar menores márgenes, dice Jan Dawson, de Jackdaw Research.
Sin embargo, la devaluación fue de ayuda para los proveedores de Apple, como las taiwanesas Hon Hai Precision Industry y Pegatron, que recibirán sus pagos de Apple en dólares estadunidenses y pagarán los salarios de las decenas de miles de trabajadores chinos que ensamblan los teléfonos en yuanes.
Para las compañías chinas de smartphones, la depreciación del yuan puede reforzar los esfuerzos de los grandes participantes, como Huawei, para expandirse al extranjero, mientras que eleva los costos de insumos con denominación en dólares para las empresas pequeñas que se enfocan al mercado doméstico.
Esas empresas pequeñas enfrentan una amenaza más seria si la desaceleración de China lleva a que el gobierno recorte el generoso apoyo financiero para la industria de electrónicos, dice Marcello Ahn, gestor de fondos de Quad Investment Management, aunque eso puede colocar al sector en un piso más saludable, argumenta, al abordar el tema del “exceso de oferta que creó el apoyo gubernamental de China”.
La principal víctima de la floreciente industria china es Samsung Electronics. IDC dice que el grupo de Corea del Sur todavía fue el principal fabricante de smartphones a escala mundial en el segundo trimestre. Pero Samsung ocupa el quinto lugar en China, junto con la marca local Oppo, con una participación de 7.6 por ciento, después de ser el líder del mercado chino apenas hace dos años, con 18 por ciento.
La caída en la participación de mercado significa que la suerte de Samsung ahora está menos ligada a China, dice Peter Yu, analista de BNP Paribas. Y con la predicción de IDC de que el crecimiento de las ventas de smartphones en China será solo de 1 por ciento, en comparación con 20 por ciento el año pasado, el país ya no es una fuente de crecimiento para el mercado global, que se proyecta tendrá un crecimiento de 10 por ciento. “China ya está saturada, a partir de aquí es un mercado que se impulsa con los reemplazos”, dice Yu. “El crecimiento que queda tendrá que surgir de otros mercados emergentes”.