Y tras la foto del niño muerto, ¿qué?
Analistas y prensa se preguntan si gobierno y sociedades del Viejo Continente harán algo más que conmoverse ante las imágenes de los migrantes hacinados o muertos, luego de la impactante fotografía de Aylan Kurdi, de tres años
El cadáver de un niño sirio de tres años yaciendo boca abajo en una playa: la crisis de los migrantes en Europa tiene su imagen emblemática, pero ¿hará avanzar el debate sobre la situación de los refugiados?
Las fotos, que se difundieron primero en las redes sociales, copaban ayer la portada de muchos diarios europeos, salvo en Francia, donde solo Le Monde la puso en primera plana.
El pequeño Aylan Kurdi se ahogó junto a otras 11 personas, incluidos su hermano de cinco años y su madre, en el naufragio de dos embarcaciones que intentaban llegar el miércoles a la isla griega de Kos desde la ciudad turca de Bodrum, una de las vías marítimas más cortas entre Turquía y Europa.
Las fotos del niño ya “tienen un impacto político” en Francia, donde el discurso era “bastante cerrado respecto de la acogida de migrantes, sobre todo en la derecha”, afirmó Bruno Jeambart, del instituto de sondeos Opinion Way. “Eso puede influir y modificar las posturas políticas”, añadió.
De hecho, líderes de toda Europa expresaron su profunda emoción, con llamados a superar la indignación verbal y enfrentar al fin el problema.
“Es urgente actuar. Es urgente una movilización europea”, dijo el primer ministro francés, Manuel Valls, poco antes de que Francia y Alemania anunciaran una iniciativa común “para organizar la acogida de los refugiados” y su “reparto equitativo en Europa”.
Guerras, hambrunas, catástrofes naturales... Es conocida la influencia de algunas imágenes impactantes sobre la opinión pública. Desde la intensificación este año de la crisis de los migrantes en Europa, las olas de refugiados —políticos, económicos o climáticos— han sido ilustradas por numerosas fotos en los medios internacionales: barcos destartalados llenos de personas en el Mediterráneo, desembarcos en las playas italianas y griegas llenas de turistas. Y hoy trenes abarrotados en el este de Europa o largas filas de espera ante las alambradas.
Esas imágenes suscitaron una viva emoción, pero nada parece conmocionar tanto como las fotos del cuerpo del pequeño Aylan yaciendo en la arena con su camiseta roja y sus bermudas azules.
“Quizá se necesite esa foto para que Europa abra los ojos y entienda un poco lo que está ocurriendo”, comentaba ayer Le Monde en su editorial. El premier británico, David Cameron, criticado por su falta de implicación, dijo que estaba “profundamente conmovido” por la muerte del niño sirio y que asumiría “sus responsabilidades morales”.
“Aún es demasiado pronto para decir” si la foto de Aylan hará evolucionar el debate, agrega Jeambart. De momento, solo se puede comprobar cómo diarios abiertamente opuestos a la llegada de migrantes, como The Sun en Londres, publicaron la imagen en portada.
Pero según Gael Sliman, presidente del instituto de sondeos Odoxa, “sería sorprendente que una imagen, por muy traumática que sea, cambie completamente la percepción que se tiene respecto de la acogida de migrantes.
“Estamos en un momento emotivo”, añadió. “Muchos franceses dijeron sentirse tristes y conmocionados” por las fotos de migrantes africanos que llegaban, exhaustos, a las playas italianas de Lampedusa, recuerda ese analista. Pero “uno de nuestros sondeos, llevado a cabo poco después, mostró que 73% de los franceses se oponían a un mayor número de regularizaciones” de refugiados.
La imagen del niño fallecido es “tan impactante que incluso los redactores jefes de los diarios que más se oponen a la llegada de migrantes sintieron la necesidad de publicarla en gran formato”, dice a su vez Roy Greenslade, experto de medios en The Guardian.
“Pero, a excepción de esa foto, un vistazo a los demás titulares y artículos sobre la crisis migratoria” muestran que poco ha cambiado, observa.