Miquerido capitán
En teatro todo mundo sabe que la mejor recomendación es la que se da de boca en boca. Cuando un montaje gusta se nota de inmediato en la reacción del público, sus funciones son un éxito, se agotan las localidades, extiende su temporada…
Y esto es precisamente lo que ha sucedido con Mi querido capitán, un montaje pequeñito que arrancó temporada los martes de julio y agosto en el Espacio Urgente 2 del Foro Shakespeare, y le fue tan bien, que al tercer martes ya había agotado sus localidades. Hoy anuncia que se queda los jueves de septiembre, y ya no en el pequeño espacio alternativo, sino en el foro principal, que debe tener al menos el cuádruple de localidades que, sin duda, volverán a agotarse.
La razón central de este éxito es que si bien el formato del montaje es pequeñito, el talento que reúne no lo es.
Escrita por Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (Legom), quien se ha consolidado como uno de los dramaturgos más interesantes y reconocidos de los últimos años, Mi queridocapitán es una farsa descarnada, como deben serlo, sobre las realidades que se viven al interior de una de las instituciones más sólidas de nuestro país: el Ejército.
Narcotráfico, corrupción, abusos, homosexualidad, soledad, son temas que aborda Legom con un humor ácido y corrosivo que no deja títere con cabeza.
Al excelente texto se suma la atinadísima dirección de Sebastián Sánchez Amunátegui, quien una vez más hace un trabajo brillante, sacando el mayor provecho posible al espacio mínimo en que sucede la obra, y a su elenco, que es, obviamente, el tercer pilar del éxito. Excelente reparto integrado por Antonio Lojero, Ricardo Rodríguez, Froylán Tiscareño, Daniel Ramírez, Alan García, Ariel de la Torre y Bernardo Benítez, cuyo trabajo merece un reconocimiento especial.
Lo conocí, si mal no recuerdo, hace casi una década, en la obra Los delitos insignificantes, un montaje dirigido por Francisco Franco, quien luego tuvo el buen ojo de llamarlo para uno de los roles centrales de la multipremiada película Quemar las naves, donde mostraba una vez más su gran talento histriónico.
HamletGarcía, Egmont, Todo sobre mi madre, La mujer de antes, son algunos de los trabajos más recientes de Bernardo. En cada uno de ellos he visto una verdadera entrega y una creación, como la hay ahora con el nada fácil papel que hace en Mi querido capitán, que no deben perderse.