ANIMALIA
Animalia, escrita y dirigida por Diego Álvarez Robledo, es una apuesta singular que nos obliga — como quien tiene un arma en la cabeza— a no desviar la mirada sobre algo poco agradable: nuestra relación con los animales que convertimos en nuestro alimento. Por supuesto ello nos llevará a nuestra propia animalidad y a los procesos que nos convierten en bestias terribles que agotan el planeta. Sin embargo, Animalia no es ni mucho menos una pieza didáctica que pretende hacernos mejores y más bonitos. Es una propuesta que renuncia a contarnos una historia, que deliberadamente elude al drama en sus clásicos componentes de situación, personaje y acción dramática para someternos a otros códigos de la teatralidad, a otras convenciones que nos han de meter en una lógica distinta a la que el espectador está acostumbrado cuando se sienta en la butaca a recibir una “historia” tradicional en donde su desempeño se cifra en desentrañar la ficción.
En Animalia el juego es otro, como el de muchas teatralidades que hoy juegan en la escena mexicana. Aquí la puesta en relación de las cosas que habitan el escenario, las imágenes en video, el diseño sonoro, los cuerpos de los actores accionando en alto voltaje y los conceptos mismos que se vierten a través de textos no dichos sino vertidos en las pantallas, pone al espectador en un estado de riesgo y vértigo que genera una adrenalina muy especial. Inteligente juego que el dramaturgo- director pone en marcha para generarnos emociones diversas que nos empujan, además, a la reflexión a través de la contundencia de lo expuesto. ¿Y quién puede decir que no hay conflicto? Por supuesto no es como se entiende tradicionalmente en el drama más canónico, pero sin duda está presente el conflicto del que ha nacido el universo: el choque de fuerzas y las combinaciones bioquímicas de las que surgió la vida que constantemente se destruye para convertirse en otra cosa… Hasta la aparición del depredador mayor: nosotros.
Este “documental acerca de la vida, la muerte y la evolución” que resulta en un caos ordenado, se concreta gracias a Cut López Torres, Roldán Ramírez, Francisco Pita, Gerardo del Razo e Isaí Flores que dan cuerpo a la animalidad sacrificada, depredadora y aullante que se entreteje con el videoarte extraordinario de Daniel Ruiz Primo. Desde el caldo primero donde se cocinó la vida hasta nuestra obsesión por el dinero que lleva a matar más de lo que consumen los países de primer mundo mientras viven en desnutrición millones de personas, Animalia es un bofetón escénico brillante.