Milenio

ENCUENTRO INFORMAL.

Ante unas 200 mil personas en la Plaza de la Revolución, el Papa llama a “servir a los más frágiles” y clama por que Colombia alcance al fin la paz

- María Eugenia Jiménez y Manuel J. Somoza/ La Habana El pontífice de 78 años celebró misa en la Plaza de la Revolución, saludado por una multitud.

El papa Francisco visitó este domingo al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, en su residencia en La Habana, en el segundo de los cuatro días de su estancia en ese país.

En una emotiva misa en la habanera Plaza de la Revolución, el papa Francisco se encontró con los cubanos y ante una multitud de unas 200 mil personas, congregada­s desde la madrugada, llamó a servir a los más frágiles. También pidió durante el rezo del Ángelus por la paz en Colombia, cuyo gobierno negocia con la guerrilla de las FARC en la isla desde fines de 2012. “Que la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas décadas de conflicto armado, unida a aquella del señor Jesucristo en la Cruz, sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso aquí, en esta bella isla, para una definitiva reconcilia­ción”, dijo el Papa argentino y llamó a convertir “la larga noche de dolor y de violencia” en “un día sin ocaso de concordia, justicia, fraternida­d y amor en el respeto de la institucio­nalidad”.

En la misa, a la que asistieron 3 mil 500 invitados especiales, el Papa no hizo alusiones políticas, ni al bloqueo de Estados Unidos a Cuba ni a la disidencia o el exilio, estando presentes el presidente Raúl Castro y su par argentina, Cristina Fernández, en La Habana desde el sábado.

Al concluir la misa, el cardenal cubano Jaime Ortega agradeció al Papa “por haber favorecido el proceso de renovación en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que tanto beneficiar­á a nuestro pueblo”, y confió en que su llamado a la paz “se extienda no solo a los altos niveles políticos, sino que llegue a los pueblos de ambas naciones y muy especialme­nte a nuestro pueblo cubano que vive aquí y en Estados Unidos, para alcanzar, en espíritu cristiano de perdón y de misericord­ia, la anhelada reconcilia­ción entre todos los cubanos, los que vivimos en Cuba o fuera de Cuba”.

Tras la misa, Francisco se reunió en su residencia con el ex presidente Fidel Castro, de 89 años, en “un encuentro muy familiar, muy informal” junto a la esposa del líder cubano, Dalia Soto del Valle, sus hijos y nietos, informó el vocero vaticano, Federico Lombardi.

Ambos hablaron sobre “temas de actualidad mundial, como los daños al ambiente”, añadió.

El líder cubano le obsequió a Francisco el libro Fidely la religión, del padre dominico Frei Betto (1985), con una dedicatori­a: “Para el papa Francisco, por su fraternal visita a Cuba”, precisó Lombardi.

Más tarde, el Papa se reunió en el Palacio de la Revolución con el presidente Raúl Castro, habiendo jugado Francisco un rol clave como “facilitado­r” del diálogo entre Castro y su par de EU, Barack Obama, para restablece­r las relaciones bilaterale­s. El encuentro de 50 minutos fue en un ambiente distendido, según mostró la transmisió­n en vivo de la televisión nacional.

No hubo declaracio­nes a la prensa al cabo del encuentro —el segundo desde que se vieron en Roma en marzo—, pero Castro y el Papa caminaron sonrientes hasta una enorme obra del artista cubano Alexis Leiva, Kcho, que recrea la crucifixió­n de Jesús con una cruz hecha de remos, que Castro obsequió al Papa. Éste le regaló un mosaico de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, hecho por artistas del estudio del Mosaico de la Fábrica de San Pedro. El Papa estará hoy en Holguín y mañana en Santiago de Cuba (este), cuna de la Virgen del Cobre.

En declaracio­nes a la prensa, Lombardi dijo que el Papa había recibido en la nunciatura llamadas telefónica­s de la oposición, “que escuchó por atención”. Pero aclaró que no se reunirá con disidentes, “porque no estaba programado”.

Por la noche, Francisco rompió el protocolo al reunirse con sacerdotes, religiosas y religiosos para celebrar las vísperas en la Catedral Metropolit­ana y dijo que no leería su mensaje preparado, que entregó para su posterior distribuci­ón.

En su mensaje, llamó a los obispos, sacerdotes y monjas a dejar la riqueza, porque esta pauperiza, “pero pauperiza mal, nos quita lo mejor que tenemos, nos hace peores”.

Luego se trasladó al Centro Cultural Padre Félix Varela y a los jóvenes ahí presentes les pidió que “no se arruguen” y se abran para soñar. “Me encuentro a jóvenes sin esperanza, (...) que parece que se jubilan a los 22 años. Son jóvenes con tristeza existencia­l, jóvenes que han apostado su vida al derrotismo”, expresó. m

 ?? Foto: AP ??
Foto: AP
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico