Remitidos, 4 mil 667 bocineros y vagoneros
Las autoridades han incautado casi 744 kilogramos de mercancía
Como parte del operativo Cero Tolerancia, del 17 de agosto al 19 de septiembre el Gobierno del Distrito Federal ha remitido a 4 mil 667 vagoneros y bocineros al juzgado cívico por ofrecer sus productos dentro de la red del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Las autoridades han incautado cerca de 744 kilos de mercancía diversa, entre ellos discos pirata, de música y películas, y bocinas, además de casi 8 mil 700 piezas entre chicles, galletas, pepitas, alegrías y material electrónico, como audífonos.
Según un informe al que tuvo acceso MILENIO, también han decomisado plumones, cuadernos, plumas, revistas, libros, protectores para teléfonos, churros y cacahuates, principalmente.
Los decomisos fueron realizados en las líneas 1,2, 3, 8 y 9, en las estaciones Chabacano, Constitución de 1917, Coyuya, Ermita, Hidalgo, Indios Verdes, Panteones, Pantitlán, Pino Suárez, San Antonio Abad, Zaragoza, Zócalo y Taxqueña.
Durante el primer día del operativo fueron remitidos 244 comerciantes y bocineros, desalojados 278 y llevadas al Ministerio Público seis personas.
Para el tercer día, con la presencia de mil 500 elementos de la Policía Bancaria e Industrial, Auxiliar y elementos de seguridad del Estado de México, porque hay estaciones en esa entidad, el número de remisiones sumó 227.
A partir de ahí el número de remisiones ha disminuido, porque los comerciantes ya no han llegado a los vagones ni pasillos del Metro; el 19 de septiembre solo hubo 67 presentados.
Los elementos de seguridad solicitan la colaboración de los usuarios para revisar sus mochilas, bolsas o petacas, y de tal forma evitar que mercancía apócrifa entre a las líneas.
Desde el pasado 17 de agosto fueron reforzadas las medidas de seguridad en las instalaciones del STC, ya que ha inhibido de manera sustancial la presencia de comerciantes informales en trenes y pasillos; también ha servido para detectar armas blancas y de fuego, e incluso a una serpiente pitón.
En el caso del reptil, éste fue descubierto por elementos de la policía bancaria, quienes solicitaron al portador de una maleta que la abriera para ser revisada.
El resultado de la revisión en la zona de torniquetes de la estación Constitución de 1917 fue el hallazgo de la serpiente de 3 metros de largo y 21 centímetros de grosor, aproximadamente.
Al no poder acreditar la pertenencia legal del ofidio, cuya especie está en riesgo de desaparecer, su portador fue remitido a la Unidad Especializada para Fauna Animal en Peligro de Extinción, junto con la víbora.