Estado de la minería, un tema que divide
Con la presión en el flujo de efectivo, las compañías tuvieron que reducir costos y gastos de capital para apenas alcanzar ganancias
Las peleas de cantina en los pueblos mineros pueden ser asuntos sangrientos, pero no son nada en comparación con la paliza que recibieron las acciones de las mineras con la caída de las materias primas y la desaceleración de la economía. El índice de metales MSCI este año cayó casi 30 por ciento.
Sin embargo, algunos gestores de fondos que subponderaron el sector ven señales de que las cosas están casi “tan mal” —como dice un gestor— como para invertir de nuevo.
Por su parte, los jefes de las mineras se adaptan a la perspectiva de menor crecimiento mientras China hace la transición de una economía impulsada en producción a una en consumo. Con la presión en el flujo de efectivo, tuvieron que reducir costos y gastos de capital para apenas alcanzar ganancias.
Reducir la deuda fue más difícil —no para las mineras diversificadas, como BHP Billiton y Rio Tinto, que tienen un mayor margen financiero de maniobra— para las mineras que se volvieron comercializadoras, como Glencore y Anglo American.
Unas pocas semanas después de que se dieron a conocer los resultados del primer semestre, Glencore recaudó 2 mil 500 mdd en una polémica colocación de capital, para ayudar a conservar la clasificación de grado de inversión del que depende su operación de comercialización. Por su parte, Anglo vendió sus activos no esenciales de cobre y platino para reducir su deuda.
Clive Burstow, de Baring Asset Management, cuyos activos de fondos bajo gestión de mineras globales cayeron de 19 millones de libras a 10 millones de libras desde su lanzamiento en 2012, destaca las mejoras.
Dice: “Si observas tres años atrás, las empresas mineras aprendieron una lección muy dolorosa. Los balances se reestructuraron, redujeron el gasto de capital, disminuyeron los proyectos y eliminaron costos”.
A pesar de que se apega a mineras con bajos costos de producción, activos de alta calidad y un balance sólido, el fondo de mineras mundiales de BlackRock fue emblemático para las ventas masivas del sector.
La rentabilidad del fondo cayó 30.5 por ciento en el año a la fecha, peor que el ingreso negativo de 28.3 por ciento de su índice de referencia. Por su parte, los activos bajo gestión cayeron a 3 mil 400 mdd, frente a su máximo de 17 mil 900 mdd en mayo de 2011, de acuerdo con datos de Morningstar.
Las mineras, con todo y el progreso con sus recortes financieros, fueron más lentas para bajar su producción, aunque la reciente reducción de producción de cobre en firmas, como Glencore, BHP y la chilena Codelco, contribuyo a una recuperación en el precio del metal. “Aumenta el número de recortes y tenemos algunos indicios de recuperación de la demanda, lo que me hace sentir que estamos cerca del fondo”, dice George Cheveley, de Investec Asset Management. Agrega: “Los recortes normalmente señalan un fondo, pero no la recuperación”.
Cheveley, cuyo fondo de recursos abarca minería, energía y agricultura, subponderó las mineras, y dice: “Ahora añadimos mineras a nuestra cartera. Hace tres meses preferíamos energía a minería. Ahora prefiero minería y energía por igual”.
BlackRock indica las “señales clásicas” que sugieren que el sector minero se acerca al fondo cíclico. El rendimiento de capital en el sector cayó a mínimos históricos, los costos y el gasto de capital bajaron y muchos precios de materias primas de minería se encuentran por debajo de los costos marginales.
Si bien el panorama a corto plazo de los precios de las materias primas sigue moderado, el gestor de activos más grande del mundo dice que el factor riesgo-recompensa de subponderar el sector de minería “se redujo significativamente”.
Cheveley observa lo que revelan los mercados físicos y comercializadores. En los últimos meses la prima pagó por encima de los precios del London Metal Exchange; para entrega inmediata del cobre de compradores chinos aumentó a más del doble, a alrededor de 120 dólares la tonelada, mientras que las acciones domésticas se agotaron. “En julio, China empezó a comprar más (cobre). En agosto los comercializadores tuvieron su mes más activo, justo cuando todo el mundo le vendía a China”, y agrega: “El mercado físico es sólido, pero el mercado de valores dice que todo se acabó. ¿Quién tiene la razón? Definitivamente hay un estado de ánimo diferente entre el mercado físico y el de valores. La demanda está un poco mejor de lo que la gente cree”.
Burstow está igual de optimista. “(La confianza de la industria) aún no es grandiosa, pero es mejor de lo que pensaba que iba a ser”, dice. “En el sector aparece un poco de valor. Tal vez, solo tal vez, vamos hacia un poco de estabilidad. No le llamo el fondo, pero también es el tercer año consecutivo de un crecimiento negativo (de gasto de capital) en la industria”. “Al combinar (la disminución de la oferta física) con un panorama de estabilización de la demanda entraremos en un entorno más favorable para los valores”.
Dan Brocklebank, gestor de fondos de la casa de inversión Anglo-South African, da una nota más cautelosa: “Cuando piensas en los ciclos, piensas en el alcance del ciclo alcista. Si ves 20 años atrás, me sorprendería que éste fuera el fondo. Aún no vemos una limpieza catártica. Observa el consumo de productos básicos: China tiene una quinta parte de la población mundial, pero consume 55% de los productos básicos, eso no es sostenible”.
Las mineras llegaron a depender enormemente de los requerimientos de China, que representa más de la mitad de la demanda de los productos básicos del mundo. La preocupación en torno a la desaceleración económica del país, que cambia de una economía basada en producción a una de consumo, golpeó el valor del mercado —y de hecho el valor intrínseco— de las acciones de las mineras.
El fondo mundial de minería de BlackRock, la mayor casa de gestión de activos del mundo, recibió un fuerte golpe con la desaceleración. Sus activos bajo gestión cayeron a 3 mil 400 mdd para finales de agosto.
Las mineras hacen lo posible para paliar los efectos de la recesión. Algunos —como Rio Tinto— aprendieron de su experiencia en la última recesión y se movieron más rápido a priorizar los rendimientos sobre tonelada de producción. Controlaron los costos y redujeron el gasto de capital, pero la reducción de producción es reciente. Muchos mercados siguen con exceso de oferta, lo que deprime los precios de las materias primas.
BlackRock, si bien señala que las condiciones económicas en China se deterioraron y la demanda queda por debajo de las expectativas —como muestran la caída de las ventas de automóviles, el deterioro de la confianza del consumidor y la contracción de la demanda de acero—, todavía confía en su perspectiva para el mayor consumidor de materias primas del mundo.