China presiona por el estatus de “economía de mercado”
“Es una cuestión de prestigio”: diplomático
Pekín recibe críticas por dar marcha atrás a las reformas para tener un régimen más libre a las fuerzas del mercado
Pekín aumenta la presión ante la Organización Mundial del Comercio para recibir el estatus de “economía de mercado”, a pesar de las crecientes críticas internacionales de que dio marcha atrás a las difíciles reformas económicas.
Las medidas de China de devaluar el yuan y rescatar su mercado de valores, entre otras acciones, generaron preocupación de que daba marcha atrás a los esfuerzos tan anunciados de tener un régimen más libre a las fuerzas del mercado.
Sin intimidarse, el renovado impulso para recibir el codiciado estatus de economía de mercado (MES, por su sigla en inglés) llega antes de las próximas cumbres con cuatro de sus principales socios comerciales, de acuerdo con personas familiarizadas con las conversaciones.
Una disposición en el acuerdo de adhesión de China a la OMC que le permite a otros países tratar al país como una economía no de mercado expirará en diciembre de 2016, y posiblemente requiera que la Unión Europea comience la redacción de una nueva legislación comercial para finales de este año. “Para China, el estatus de economía de mercado es una cuestión de prestigio”, dijo un diplomático con sede en Pekín. “Para nosotros, es una decisión política que debemos tomar”.
Conceder el estatus de MES a Pekín facilitaría la defensa de las empresas chinas que son blanco de casos de antidumping de la OMC, lo que lleva a algunos a advertir sobre las “consecuencias desastrosas” para la Unión Europea y Estados Unidos.
El aumento de las conversaciones llega en un momento en el que el presidente Xi Jinping viaja esta semana a su primera visita oficial a Estados Unidos y tiene previsto una visita al Reino Unido en octubre. El primer ministro, Li Keqiang, se reunirá con altos líderes de la Unión Europea en Pekín a finales de mes y también será el anfitrión de la canciller alemana, Angela Merkel, a finales de este año.
Mientras Pekín argumenta que el MES se debe expedir automáticamente en diciembre de 2016 bajo los términos del acuerdo de adhesión a la OMC, otros expertos en comercio sostienen que ese acuerdo a su vez requiere que los exportadores chinos demuestren primero que no se benefician con subsidios del gobierno y de la política monetaria.
“Definitivamente vamos a escuchar más sobre el MES en los próximos días y semanas”, dijo una persona que conoce de las negociaciones comerciales de China con EU y la Unión Europea. “Pero me sorprendería si EU se lo otorga a China, especialmente con las elecciones presidenciales del próximo año”.
Pekín es un blanco fácil para la mayoría de los candidatos en las competidas elecciones presidenciales de EU. En un artículo que se publicó la semana pasada, el Instituto de Políticas Económicas (EPI, por su sigla en inglés), con sede en Washington, sostiene que el estatus de MES conducirá a un aumento de las exportaciones chinas, lo que eliminaría un millón 600 puestos de trabajo de fabricación en la Unión Europea.
“China subsidia exhaustivamente una serie de industrias y utiliza la manipulación de la moneda para apoyar la producción y las exportaciones, lo que le permite acumular excesos generalizados de bienes que puede exportar a precios de descuento”, dijo Robert Scott, director de investigación comercial del EPI. “Otorgar un estatus de economía de mercado a China será perjudicial para los productores de estos bienes en la Unión Europea, EU y otros países al exponerlos a una inundación de productos chinos baratos”.
El gobierno chino niega las acusaciones de que manipula el tipo de cambio del yuan, y señala el aumento constante del valor de la moneda frente al dólar en los últimos años. El yuan incluso ganó más en la paridad con otras monedas principales.
El mes pasado un ajuste del yuan, junto con una mala comunicación, de la “tasa de referencia” diaria frente al dólar asustó a los inversores globales que pensaron que Pekín trataba de maquinar una devaluación más fuerte para apoyar la economía china.
Un polémico programa de rescate del mercado de valores y un plan de reforma poco ambicioso para las empresas chinas de propiedad estatal arrojaron más dudas sobre el apetito de los funcionarios chinos para reformas más duras, lo que hace que sea más difícil para los políticos occidentales declarar a China como una economía de mercado.
Varias voces advierten sobre “consecuencias desastrosas” para la Unión Europea y EU