Se duplicó la violencia en penales; algunos son activos de cárteles
Algunos de los centros de readaptación funcionan como base de operaciones del crimen organizado, desde donde se orquestan delitos que van de extorsiones telefónicas a secuestros exprés
En los primeros tres años de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el número de incidencias vinculadas directamente con hechos violentos en las cárceles del país se han duplicado, esto de acuerdo con datos del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (Oadprs).
Los hechos violentos en el interior de los Ceresos y Ceferesos mexicanos crecieron 110 por ciento en promedio, cuando se comparan los tres últimos años de mandato del ex presidente Felipe Calderón (2010, 2011 y 2012) con los tres primeros años de la actual administración (2013, 2014 y 2015, con datos a julio).
De acuerdo con los resultados de la revisión, las agresiones a terceros crecieron 330 por ciento, las autoagresiones 275%, las riñas 146.7% y las violaciones 125 por ciento.
En tanto, las huelgas de hambre 94.2%, los intentos de suicidio 74.4%, los decesos 17.9%, los motines 16.7% y los suicidios 0.6 por ciento.
En contraste, en el mismo periodo se redujo 86 por ciento los intentos de homicidio, 81% los intentos de violación, 34.4% los homicidios, 29.1% las fugas y 25% los intentos de fuga.
En el texto “Las cárceles y el crimen”, Eduardo Guerrero, consultor en políticas públicas en seguridad, explica que con la política del combate frontal al crimen organizado impulsada por el ex presidente Calderón, los conflictos entre organizaciones criminales se extendieron al interior de las cárceles.
Desde septiembre de este año, Guerrero se desempeña como titular del Oadprs, que se encarga de la vigilancia y coordinación de todo el sistema penal. Llegó al cargo en sustitución de Juan Ignacio Hernández Mora, quien está siendo investigado tras la fuga de Joaquín ElChapo Guzmán del Cefereso número 1 en Almoloya de Juárez, Estado de México.
De acuerdo con el analista, algunos penales se convirtieron en un activo para las organizaciones criminales, porque en ellos vive una población cautiva a la que se puede extorsionar de manera constante y un mercado cautivo para la distribución de drogas.
Además de que algunos centros de readaptación funcionan como centros de operaciones donde se orquestan delitos que van desde las extorsiones telefónicas a los secuestros y homicidios.
Según el Oadprs, de 2010 a 2012 la tasa de incidencias en las cárceles del país por cada mil reclusos llegaba a 8.8 en promedio. Ahora, de 2013 a julio de 2015 se duplicaron y alcanzan las 19.8.
Los eventos más recurrentes en los seis años analizados son las riñas, al representar 49.7 por ciento de las incidencias, seguidos de los decesos con 18.5% y las agresiones con 17.3%.
Las violaciones, según estos datos sujetos a una alta tasa de cifra negra, representan solo 0.1 por ciento, los homicidios 1.5% y los suicidios 3.5%.
Los sucesos más recurrentes en los seis años analizados son las riñas, con 49.7% Los ataques a terceros crecieron 330 por ciento y las autoagresiones 275 por ciento
Aunque la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán cimbró a todo el sistema penal del país, según los datos oficiales las evasiones solo representan 1 por ciento de todas las incidencias en el país.
Sin embargo, por cada 10 intentos de fuga durante el periodo analizado, cinco han tenido éxito.
Entre los penales administrados por el gobierno federal, conocidos como Ceferesos, el que registra la mayor tasa de incidencias es el número 3 Noreste, en Matamoros, Tamaulipas. Ahí, de 2010 a 2015 sucedieron en promedio 86.2 incidencias por cada mil internos. Esto cuando el promedio nacional fue de 13.9.
En los Ceresos administrados por los poderes ejecutivos locales Tamaulipas repite y es la entidad con la tasa más alta: 9.8 durante el periodo considerado.
El estado es famoso por las fugas masivas de 2010, cuando 226 reclusos escaparon en un lapso de cuatro meses.
Al asumir el cargo al frente del Oadprs, Eduardo Guerrero expresó que se enfocará en lograr un sistema penitenciario que traiga la seguridad y la paz que todos los mexicanos necesitan.
En su discurso no hizo referencia a la creciente violencia que se vive dentro del sistema penal. m