Las peticiones
De entrada, Jorge Olvera García, rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), plantea un escenario en el que la institución cuente con los recursos necesarios para abrir las Unidades Académicas Profesionales en Naucalpan, Tlalnepantla, Ixtapan de la Sal y Almoloya de Alquisiras.
Para ello, se estima cuando menos un incremento de 10 por ciento en los recursos que reciba para el ejercicio 2016.
Se trata, explica, de 312 millones de pesos extras a escala estatal y otros 300 millones de pesos más solicitados a la Federación, para hacer un estimado de 3 mil 50 millones de pesos.
“Ahora nos corresponde a nosotros buscar la gestión para insumos extraordinarios con proyectos específicos como las Unidades Académicas Profesionales, el crecimiento de Chimalhuacán, Acolman y las nuevas licenciaturas como la de Petroquímica, Música y Artes”, destaca.
Otro de los rubros que quieren salvar de cualquier recorte, es el relativo a las becas, ya que la UAEM beca en estos momentos a 80 por ciento de la comunidad universitaria.
En tanto, el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Alfonso Esparza Ortiz, apunta que todas las reuniones programadas con los legisladores federales de todas las corrientes políticas son para garantizar que el presupuesto de la institución sea similar al de este año.
Apunta que si bien la elaboración del presupuesto de la BUAP se encuentra en fase de elaboración, se prevé un monto aproximado de por lo menos 3 mil 600 millones de pesos como en 2015.
Esto, previendo la afectación correspondiente a la inflación anual, lo cual solo puede impactar en la adquisición de equipos de laboratorio, insumos y de importación, lo cual será subsanado con otras medidas.
En ese sentido, Javier Saldaña Almazán, rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), comenta que las necesidades presupuestales de esta institución son similares a las de la BUAP, aunque hay diferencias considerables en el número de matrícula cuando menos.
“Estamos pidiendo lo que otras universidades. La BUAP tiene menos matrícula, le dan un presupuesto cercano a los 3 mil millones de pesos y a nosotros nos están dando la mitad, sin considerar los avances académicos de la institución, como la calidad educativa”, dice.
Por eso, la inquietud que ha generado desde un inicio el nuevo modelo de presupuesto “de tasa cero”, mismo que consiste en que cada gestor justifique detalladamente la totalidad de sus peticiones presupuestarias, justificar la necesidad de cada peso que se solicite.
Asimismo, dice el rector, se tiene que realizar un análisis costo beneficio, establecer programas, fijar metas y objetivos, tomar decisiones relativas a las políticas básicas de la organización. Y eso resulta complejo para las universidades públicas del país.