Cerdos capitalistas y perros comunistas se gustan, pero no son novios
Entre los izquierdosos como entre los derechosos, el respeto a la mota ajena no es la paz. Por eso los extremos siempre terminan por tocarse con fruiciones onanistas pero estalinistas. A partir de la decisión de la Tremenda Corte sobre la mariguana, tanto la extrema izquierda como la extrema derecha han encontrado un espacio en común en la lucha combativa contra esa yerba del demonio tan nociva.
Entre los cerdos capitalistas y los perros comunistas hay más afinidades de las que se piensan y, en este caso, los más acabados representantes de cada rama de la historia recurren prácticamente a los mismos argumentos inspirados en El manual de Carreño y el Catecismo del Padre Ripalda. Los primeros alegan que será el ocaso, el fin de la civilización, el comienzo de la decadencia y el Armagedón, olvidándose así del libre mercado y acusando a los impulsores de la despenalización de querer proveer de mota a los intelectuales progres que están ávidos por fumarse un porro cada diez minutos. Por el otro lado están los herederos del comunismo primitivo, que sostienen que este supuesto aliviane de las autoridades es en realidad un plan macabro para zombificar a toda la población y así más fácil poderlos controlar para que acaben de saquear a la patria porque allí están, esos son, los que chingan la nación.
Es lo que les digo, si no la controlan, no la fumen.
Con razón el licenciado Peña llama a un gran debate nacional sobre la legalización de la mariguana, no sin antes aclarar, para que no se confundan, que él está en contra.
Todo indica que a nuestros comentócratas no les han servido de nada las docenas de debates que ha habido al respecto de la mística yerbosa ni la información científica disponible ni los ridículos del prohibicionismo. Al parecer, tanto derechosos como izquierdosos, para instruirse en la materia a fuerza de prejuicios y lugarazos comunes, abrevan en las películas de los hermanos Almada, la filosofía de la señorita Laura y los fundamentos marcartystas-leninistas.
Ya nada más falta que digan que la mota te pone peor que el líder del PRI en Aguascalientes, que fue agarrado borracho y, ya en el éxtasis, renunció al puesto. Seguro estaba mariguano, pues pudo haber dicho que creía que se le había adelantado la Feria de Aguascalientes’n y le hubieran perdonado todo.
Sí, luego van a decir que quienes cavan esas narcofosas a destajo en Guerrero y Morelos tienen su espíritu alterado de tanto jalarle las patas al diablo.
Esto no se arregla con un debate, sino con una lobotomía. m