Pasa hasta en las mejores monedas
Hace unos días en una entrevista con el maese Francisco Martín Moreno para el programa radiofónico Charros contra gangsters que atinadamente atiendo de 7 a 9 de la noche por MVS Radio (102.5 de su FM por si usted decide desaburrirse mientras está atorado en el Periférico o rinde cuentas en Seido como la supuesta Chapodiputada) junto con José Luis Guzmán Miyagi, hablaba sobre su más reciente libro, México engañado, que versa sobre la serie de mentiras, disparates y jaladas que contienen los libros de texto gratuitos de la SEP en lo que a historia de México se refiere. Señalaba tal cantidad de inconsistencias y absurdos, amén de la escritura de una historia nacional a modo según los intereses del régimen sexenal en turno.
Así, el texto de Martín Moreno está hecho para abrir un debate a ese respecto y generar proyectos para que la historia de México no esté ni condenada a la oficialidad ni a las biopics por encargo como la que se quería armar El Chapo Guzmán, donde él era un Robin Hood que le quitaba a los pobres para darle a la clase media alta de cuello blanco.
Eso sí, se espera que un hombre probo como Moreira tenga una película donde sea como El Santo, sobre todo ahora que los españoles ya le están encontrando conexiones con Looosss Zeeetaaasss.
Pobre don Humberto, ya nada más falta que también lo acusen de dictarle a Juan Gabriel el himno al Papa. Así, la vieja rola de “No tengo dinero, ni nada que dar” será el himno de la batalla perdida del peso frente al dólar que, como diría el licenciado Peña, pasa hasta en las mejores monedas.
Pero el problema de la historia de México ha ido más lejos de lo que se imaginó Martín Moreno. Como si nuestro pasado histórico hubiera circulado por Tierra Blanca, Veracruz, simplemente lo secuestraron de la lista de materias de primero de secundaria. Y solo reaparece hasta que la SEP medio paga el rescate en tercero, ya cuando los alumnos se olvidaron de ello.
Aparentemente ya en la SEP medio se cansaron de andar correteando a maestros disidentes, así que esperemos que don Aurelio Nuño se dé tiempo para rescatar a la historia de sus captores, ahí como cosa suya.
Parafraseando a Milan Kundera: la lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el alzhéimer selectivo. m