En unos días, Martín Esparza será empresario
Acasi siete años de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, Martín Esparza —líder del otrora poderoso Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)— está a punto de cruzar la frontera y convertirse en el primer empresario del sector privado en entrar al negocio de la generación, distribución y venta de energía eléctrica. Sí, el mismo Esparza que fuera de los principales detractores de la reforma energética aprobada hace tres años.
El SME es socio, con 49 por ciento de las acciones, de Fénix, la primera empresa privada en levantar la mano para entrar a este enorme negocio. El 51 por ciento restante lo tiene la firma portuguesa Mota-Engil.
El 27 de enero es el “día D” para el capítulo de generación eléctrica de la reforma, ya que es la fecha en la que se abre completamente ese sector. “No sabemos aún si hay o no más interesados en entrar al negocio, pero somos los primeros en decir que sí queremos participar”, me decía João Parreira, CEO para América Latina de Mota-Engil.
Hay dos fechas importantes en el trimestre: una es el miércoles próximo, con la apertura, y la otra es el 31 de marzo, cuando se realice la primera subasta formal.
¿De qué tamaño es el negocio eléctrico al que pueden apostar empresas privadas? Por ahora de solo 13 por ciento del consumo nacional, ya que CFE genera 87 por ciento de toda la energía del país.
“Estos dos meses serán de aprendizaje, para conocer a los demás jugadores, para saber de la demanda y también analizar la variabilidad de la energía en diferentes momentos. Estamos entrando a ciegas a este sector”, agrega el ejecutivo portugués.
Fénix ya tiene una nómina de 350 empleados —todos ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro— y el plan es cerrar este primer año con 500.
Este primer año el plan de la empresa es invertir unos 150 millones de dólares en un plazo de tres años para renovar, reponer e incluso construir todo el parque hídrico que pertenecía a la empresa estatal. “Arrancaremos con 81 megavatios, pero el plan es llegar a 280”, me explicaba.
En una segunda fase, la intención de Fénix es construir y operar plantas de generación de ciclo combinado para llegar a producir unos 2 mil megavatios.
Su plan es cerrar el año con una facturación de entre 850 y mil 100 millones de pesos.
Y todo eso con el apoyo y know how de uno de los líderes sindicales más duros e intransigentes frente a la apertura del sector energético. m