¿Y si El Chapo hubiera tenido su app?
Después de dos semanas de estar enchapotados, la información de la captura de Joaquín Guzmán Loera se ha centrado en la entrevista hecha por Sean Penn y los mensajes entre Kate del Castillo y el narcotraficante que fueron interceptados y se convirtieron en un elemento más para poder confirmar los trabajos de inteligencia de las fuerzas federales, que al final, se concretaron en la captura de El Chapo.
Dichos mensajes lograron ser interceptados gracias a tecnología de punta, que está disponible para que justamente servicios de inteligencia logren atrapar criminales, terroristas y cualquiera que esté involucrado en actividades ilegales.
Pero qué pasaría si esos mensajes se hubieran enviado desde un sistema desconocido por las autoridades, secreto, desarrollado exclusivamente para ser un servicio de mensajería indetectable.
Bueno, pues esto es lo que ha hecho el grupo Estado Islámico (EI) y el grupo de seguridad y contraterrorismo informático Ghost Security lo ha publicado esta semana exponiendo la capacidad de desarrollo tecnológico que tiene el grupo terrorista, anticipándose a ser descubiertos por usar cualquier servicio de mensajería, por ello crearon el suyo.
Alrawi es el nombre de esta app, que está diseñada para el sistema operativo android y que para poder descargarla se necesita de un enlace especial que ha ido pasando de forma secreta entre los miembros del EI, para luego instalarse en los dispositivos y poder intercambiar mensajes sin riesgo de ser descifrados por las autoridades a escala mundial.
La encriptación de la app no es la más alta y se ha utilizado principalmente para difundir propaganda entre los seguidores de EI, pero lo que asegura Ghost Security es que esto es solo el principio de lo que puede ser una nueva forma cibernética de comunicarse entre grupos terroristas y, obviamente, criminales. De acuerdo al sitio especializado en tecnología TechWorm, Ghost Security ha estado involucrado en el seguimiento y cierre de más de 57 mil cuentas de redes sociales y sitios web del EI, y en entrevista con la revista Newsweek, la firma de seguridad cree que el EI está en el proceso de reclutar hackers especializados para ayudar en una “yihad cibernética” contra Occidente.
No es ni ciencia ficción, ni algo que tomarse a la ligera —que para no ser descubiertos, más allá de los foros y el uso de la llamada dark web— terroristas y criminales estén en posibilidades de crear apps que sirvan de puente de comunicación y distribución de propaganda a escala global, pues los recursos financieros de narcotraficantes y otros grupos criminales permiten que genios informáticos creen este tipo de tecnología para fines ilícitos.
Las autoridades ahora no solo deben monitorear y tener expertos en la decodificación de mensajes de Blackberry, Telegram o Whatsapp, sino entrar en una nueva carrera donde el desarrollo de este tipo de apps los pondrá en una encrucijada tecnológica, donde habrá que diseñar herramientas que identifiquen y logren, mediante servicios de inteligencia, saber si narcos y terroristas están rodeándose de hackers que, en vez de usar tecnología existente, les creen nuevas herramientas digitales indetectables.
Sin duda, El Chapo cometió el más grande error en tocar un celular, pero con este descubrimiento, tal vez, estos narcotraficantes no vuelvan a usar esas apps y creen su propio narcochat. m