Ríos en México: dicotomía entre la vida y la muerte
“Es ridículo que una organización que se dedica al agua no sepa lo que pasa” en ellos, dice en entrevista el fotógrafo mexicano
Si la contaminación de nuestros ríos sigue adelante, llegará el día en que las palabras de Yosa Buson serán simplemente el anhelo de un paraíso perdido: ¡Qué felicidad, cruzar este río en verano/ con las sandalias en la mano! Las chispas del cante ro/ se alejan flotando / en el agua clara.
De acuerdo con un reportaje de MILENIO del 15 de marzo pasado, 2 millones 300 mil pobladores de diferentes municipios de Puebla sufren las consecuencias derivadas de la contaminación de las aguas del río Atoyac. Esto es resultado de los desechos tóxicos que se arrojan cotidianamente.
Eniac Martínez presenta en el Centro de la Imagen la muestra fotográfica Ríos, un registro crítico sobre la falta de planeación en materia de hidrografía, así como las bondades de los ríos en la vida de algunas comunidades. Las 104 fotos se reúnen también en el libro del mismo nombre, publicado por Elefanta Editores.
Ganador de premios como el Concurso de Fotografía Antropológica y la quinta Bienal de Fotografía del Instituto Nacional de Bellas Artes, Martínez dice en entrevista que comenzó el proyecto hace seis años. “Quería hacer los ríos de la frontera, así que el primer planteamiento fue hacer los ríos Suchiate y Lerma, este último modelo de contaminación y de mala planeación del agua en el país”.
Gradualmente amplió el proyecto hasta hacer el mayor número posible de ríos. “Después de trabajar tres años establecí un eje conductor para el libro y la exposición en cuatro apartados: la vida del río, la vida del hombre en el río, la muerte del río y la muerte que causa el río”.
A pesar de que contamos con una riqueza de ríos envidiable, advierte, “a los estados les importa muy poco lo que pasa con sus cuencas. Las grandes ciudades del mundo que son bendecidas porque un río las atraviesa, como París o Londres con el Sena y el Támesis, tienen una vida muy especial. Aquí en México los ríos han sido entubados. Este ecosistema se está deteriorando día a día y parece que a nadie le interesa hacer algo para que esto funcione”.
El propósito de Eniac Martínez es que con la muestra “la gente vea esta dicotomía entre la vida y la muerte en los ríos y reflexione sobre el tema. Aquí no están las 104 mejores fotografías sobre el tema, sino las 104 imágenes que comunican algo”.
¿QUÉ OCURRE?
La política es que el río es un lugar donde yo ciudadano, empresa o estado puedo echar mi basura. Por ejemplo, El Salto, Jalisco, a media hora de Guadalajara, era un paraíso en los años 40 del siglo pasado, pero te das cuenta que desde los 60 se ha estado tirando basura y, por supuesto, nadie hace nada porque todos reciben un dinerito por ello. En la Comisión Nacional del Agua me recibieron varios doctores a quienes les pregunté cuándo iban a revisar los cauces de los ríos para involucrarme en ese proceso. “Nosotros no vamos a los ríos”, respondieron. Es ridículo que una organización que se dedica al agua no sepa lo que pasa en los ríos. Gran cantidad de ríos en México están terriblemente contaminados, eso es un desastre.
ES UN PROBLEMA SERIO
El arquitecto Jorge Legorreta, quien ya murió y sabía mucho sobre el tema, me dijo: “Si quieres ver un desastre de lo que se ha hecho con el agua, ve al río Lerma Santiago”. Lo desastroso es que no solo el Lerma Santiago está en esa condición, son todos los ríos. En países con mayor desarrollo intelectual y una concepción ecológica se han dado cuenta de que las presas no funcionan, pero en México se siguen construyendo. Al río Yaqui le pusieron tres presas para controlar el agua y quitársela a toda la Nación Yaqui y favorecer a las refresqueras y a la agroindustria de la gente con dinero en Sonora. Eso sucede en todo el país.