MEXICO CITY FIESTA
Grandes Ligas regresó y los Astros brillaron al imponerse a los Padres; los aficionados disfrutaron el duelo
En el sábado beisbolero en la Ciudad de México hubo de todo y fue de extremos: por un lado los aficionados tuvieron problemas para llegar en auto, hubo reventa y el estadio no se llenó; por el otro, los que estuvieron en las tribunas del Fray Nano hicieron una fiesta y disfrutaron con un nivel y velocidad de juego que no están acostumbrados a ver.
Ante cierres viales alrededor del inmueble, el estacionamiento se convirtió en un gran problema.
El otro, encontrarse con revendedores, varios de los cuales fueron aprehendidos por la policía por cometer una falta administrativa.
Ya dentro del lugar, empezaron a tomar sus asientos para esta fiesta, aunque muchos tardaron en llegar, porque al darse el primer pitcheo, existían huecos en las tribunas del Fray Nano.
Después de esos sinsabores, el juego cambió el ambiente y lo volvió una celebración.
Una fiesta que fue para los Padres de San Diego al principio, pero que terminó con el apoyo a los Astros de Houston, quienes pusieron la música en el diamante.
Y fue mucha la que pusieron con su triunfo contundente de 11-1 sobre los californianos.
“Los pitchers estaban un poco nerviosos antes del juego, pero conforme avanzó el duelo tiraron muchos strikes y tuvimos buenas jugadas defensivas; al fi nal queríamos cerrar con un juego más limpio, aunque no se pudo”, comentó A.J. Hinch, manejador de los Astros.
Y vaya que tenían por qué estar nerviosos. Desde la práctica de bateo se dieron cuenta que la pelota volaba mucho, que el infield y el outfield eran rápidos, y que por las condiciones de la ciudad no iba a ser fácil, pero los brazos de los Astros apretaron desde el inicio y colgaron cero tras cero.
El abridor de los Padres (Robbie Erlin) hizo lo propio, también con respaldo de su defensiva, pero la magia se acabó de golpe en la cuarta entrada. Dos pitcheos que falló se convirtieron en jonrones espalda con espalda de Carlos Correa y de Tyler White.
El choque siguió con un buen show en el diamante, y con fiesta en las tribunas. Bailes, la ola, aplaudirle a las mascotas, la KissCam y hasta una propuesta de matrimonio es lo que se vio.
Los seguidores, que llegaron aplaudiendo a los Padres, empezaban a apoyar a los Astros, sobre todo cuando la pizarra cambió.
En la séptima tanda cayeron otro par de rayitas de los texanos. Un doble de Jake Marisnick y un fly de sacrificio de Leo Heras pusieron las cosas 4- 0.
Todo se acabó cuando en el campo empezaron a entrar peloteros suplentes o ligamenoristas. Así hubo un rally de siete con el que se reflejó un pesado 11-0; en esa octava entrada Heras produjo otra más, para cerrar su cuenta con dos impulsadas.
Padres se quitó la blanqueada ya con el duelo a un out del final, que cayó con un ponche al mexicano José Ureña.
“Fue extraordinario estar aquí, fue divertido, aunque al fi nal las cosas se pusieron feas con el marcador, pero todos lo disfrutamos”, afi rmó el mánager de Padres, Andy Green.
En el duelo tuvieron actividad siete peloteros tricolores que hicieron el viaje, desde Heras que fue titular con los Astros, hasta Ureña.
“Es una experiencia para ellos el estar aquí, son peloteros jóvenes que están arrancando su carrera y que pueden tener un futuro con nosotros”, continuó el manejador de los californianos.
El único mexicano que no vio actividad fue el lanzador César Vargas, quien abrirá este domingo por los Padres de San Diego, en juego que arrancará a las 13 horas, de nuevo ante los Astros de Houston en el Estadio Fray Nano.