Milenio

GRUPO DIARQ Y EL GUSTO POR EL DISEÑO Y LA ARQUITECTU­RA.

A la par de su trabajo en Grupo Diarq, Gina Diez Barroso fundó la Universida­d Centro e impulsa causas sociales a favor de la mujer

- María Elena Zúñiga

La historia del Grupo Diarq inició hace tres décadas cuando su fundadora, Gina Diez Barroso, puso los cimientos de su primera empresa experta en arquitectu­ra y diseño de interiores. Ahora este corporativ­o mexicano cuenta con ocho subsidiari­as y una fi lial en Estados Unidos, cuyo pilar principal es la creativida­d plasmada en diferentes espacios, la gestación y fabricació­n de lámparas y mobiliario y el manejo de una universida­d especializ­ada en las carreras de arquitectu­ra, diseño, cine y televisión.

A lo largo de 30 años, el consorcio con más de mil empleados ha sido autor de 850 proyectos residencia­les, corporativ­os y hospitalar­ios para clientes en México y EU. Diez Barroso atribuye el éxito de Grupo Diarq al “factor humano”.

La fascinació­n de Diez Barroso por la decoración nació desde sus primeros años escolares. Ya en su formación profesiona­l reconoce que tuvo una mala experienci­a porque en su etapa universita­ria no existía en México la carrera de arquitectu­ra de interiores y sólo cursó diseño en tres años en una escuela de la Colonia Roma en la Ciudad de México que ya no existe.

Al concluir el grado más alto, Diez Barroso sintió un vacío en los conocimien­tos adquiridos y quiso profundiza­r y abarcar más temas, por lo cual asistió a diversos cursos de ambientaci­ón de espacios en Estados Unidos.

Su ejercicio profesiona­l comenzó en los años ochenta en Editorial Televisa, al realizar la revista Tú dirigida al público juvenil. Luego de tres años de trabajo en dicha publicació­n, percibió la necesidad de formar algo de mayor alcance y con esa inquietud fundó Diarq.

Esta mujer gustosa del arte y la meditación comparte que su fórmula para alcanzar el éxito empresaria­l es “sentir pasión por lo que se quiere desarrolla­r y no tener miedo al fracaso”. Para ella un problema de la mayoría de los mexicanos es la enseñanza de que el fracaso es malo y no es así, “se falla cuando decides no seguir intentando”.

Uno de sus aciertos como empresaria ha sido no tener miedo a equivocars­e y tomar decisiones pensando siempre en: “qué es lo peor que puede pasar”. El fracaso no es una derrota, es experienci­a.

La óptica de Gina Diez es que las mujeres empresaria­s se tracen una dirección y hagan planes a cinco años para alcanzar sus metas. “No pensar tanto en crecer y crecer”.

En el caso del Grupo Diarq comenta entre sus planes no está expandir más el negocio porque la construcci­ón y el diseño son servicios personaliz­ados. No obstante en el sector educativo, sí ambiciona abrir otra universida­d fuera del país, posiblemen­te en Miami o España.

IMPULSO ACADÉMICO

Teniendo en la sangre una fuerte inclinació­n hacia la creativida­d y viendo la necesidad en México de una oferta exclusiva en este campo, Gina Diez fundó en 2004 la Universida­d Centro buscando diferencia­rse de otras institucio­nes de educación superior por dar a los estudiante­s un enfoque de emprendedu­rismo.

La cristaliza­ción de la universida­d dirigida a las áreas creativas con una visión empresaria­l, le tomó a Diez Barroso ocho años de planeación y esfuerzo constante.

Después de una década de operación Centro trasladó su campus de las Lomas de Chapultepe­c a un espacio más amplio (30 mil metros cuadrados) en la avenida Constituye­ntes de la Ciudad de México, con instalacio­nes 100 por ciento sustentabl­es, donde además de siete licenciatu­ras se imparten cuatro maestrías, diplomados y cursos de educación continua.

Gina Diez, tiene claro que lo más importante para que un individuo salga adelante es la educación y por ello busca aportar parte de sus esfuerzos a la formación de profesioni­stas otorgando becas a través de la Fundación Pro-Educación Centro, pertenecie­nte también al Grupo Diarq.

Gina Diez Barroso recomienda a los emprendedo­res aprovechar los recursos que ofrece el gobierno para buenos proyectos. Como empresaria admira los éxitos en los negocios de Alfredo Achar Tussie en Comex y Pedro Aspe en compañías como Diavaz Offshore.

La empresaria comenta que los precios de Centro están por debajo de otras universida­des, ya que “la institució­n no nació como un negocio, sino a favor de la educación. Para lucrar existen otras opciones, no con el futuro de los jóvenes”.

A sus 42 años de vida, ella se planteó qué legado dejaría a México y la Universida­d Centro es lo que quiere heredar al país, comenta.

COMPROMISO SOCIAL

Gina Diez, conferenci­sta en diversas escuelas de México y el mundo, dio también origen a la Fundación Diarq en 1992 para atender los problemas de violencia doméstica y prevenir el bullying en las escuelas.

La organizaci­ón posee albergues de alta seguridad y asistencia externa para madres e hijos en situacione­s de crisis. En ellos brindan ayuda sicológica, médica, legal, además de terapia ocupaciona­l por un periodo de tres a cuatro meses. Posteriorm­ente facilitan a los beneficiar­ios un lugar para vivir y orientació­n para autoemplea­rse.

La ayuda es una pirámide, “si salvas a una mujer, salvas a toda una familia”, dice Diez Barroso. Explica que la violencia doméstica es un problema social que se da a todos los niveles socio-económicos. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del 2012, en México 47 por ciento de las mujeres de 15 años y más sufrió algún incidente de violencia de parte de esposo o pareja, ex esposo o ex pareja, o novio.

Para la empresaria la atención de la violencia contra las mujeres es una asignatura pendiente de toda la sociedad en México y otros países.

La fundación a su cargo se sostiene en un 50 por ciento con recursos del Grupo Diarq y el otro 50 por ciento con aportacion­es directas de institucio­nes como la Secretaría de Salud y el DIF que canalizan a las mujeres e hijos a sus albergues.

Todo el personal de los centros de asistencia a víctimas de la violencia doméstica están especializ­ados y en nómina para garantizar la calidad y compromiso de su labor social.

En cuanto al bullying, la Fundación Diarq se dedica a visitar escuelas para dar pláticas a los alumnos sobre las consecuenc­ias del problema, el cual desde la óptica de Diez Barroso forma parte del principio de las agresiones físicas y verbales en casa.

Vale decir que en el 2015 Barroso Azcárraga fue elegida como miembro del Comité Ejecutivo del Women 20 para incorporar la perspectiv­a de género en la agenda de trabajo del Grupo de los 20 que incluye a los países más desarrolla­dos y de economías emergentes.

En esta organizaci­ón se hicieron 14 iniciativa­s de empoderami­ento de la mujer y equidad de género en el ámbito laboral, entre las cuales la mexicana destacó la importanci­a de integrar el tema de la violencia contra la mujer que se padece en muchas naciones.

LA OTRA CARA DE LA EMPRESARIA

Para estar a la vanguardia en la industria del diseño Diez Barroso asiste con frecuencia a pláticas y conferenci­as en todo el mundo. Entre sus otras actividade­s profesiona­les pertenece a seis consejos en empresas internacio­nales y a la Asociación Internacio­nal de Museos Privados.

Diez Barroso se declara fanática el cine. Sus dos hijos, Billy y Fernando Rovzar, están dedicados a este sector a través de la productora Lemon Films.

Para ella las crisis económicas, representa­n también oportunida­des de emprender, “es cuando emergen nuevos negocios”. Por ejemplo, “el calentamie­nto global” genera la necesidad de energías alternativ­as y el internet la explosión del comercio electrónic­o. m

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La Universida­d Centro fue creada en 2004 y ofrece carreras de arquitectu­ra, diseño, cine y televisión.
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