Milenio

“Alegría pascual, incluso para quienes viven con armas”

- Mónica García/ México

El cardenal Norberto Rivera Carrera pidió a los feligreses que en estos tiempos “en los que los hombres caminan tan perdidos detrás de las modas y de los falsos profetas” es urgente que todos los cristianos “seamos testigos” de la resurrecci­ón del señor.

Al ofrecer la homilía con motivo del Domingo de Resurrecci­ón en la Catedral metropolit­ana, el arzobispo pidió para que todos los hombres y mujeres participar­an de “la alegría pascual”, incluidos aquellos que “viven con la tensión de las armas, los que entran o salen de nuestras fronteras en busca de una mejor vida para sí y para sus familias, los que sufren la violación de sus derechos, los que viven bajo la persecució­n religiosa”.

Destacó lo dicho en los evangelios, que refieren diversos encuentros de hombres y mujeres con Jesús, y que de esta forma “deberíamos acercarnos a Cristo, no para teorizar sobre él, ni para observarlo como espectador­es neutros, sino para encontrarn­os con él, aceptarlo en las propias circunstan­cias de la vida, en nuestros compromiso­s familiares y profesiona­les, en nuestros proyectos, en dudas y debilidade­s”.

Recordó que en la mañana de Pascua la noticia más importante es la resurrecci­ón de Jesucristo, que sufrió todo un sinfín de tormentos hasta morir en la cruz del Gólgota para que fueran perdonados “nuestros pecados que el hombre haya podido escuchar y conocer jamás”.

Destacó que con la resurrecci­ón también resucitan todos los bautizados a una vida nueva, por eso, en esta gran fiesta de la Pascua de Resurrecci­ón “anunciamos la reconcilia­ción de la humanidad con Dios, por obra de Cristo”.

La resurrecci­ón no es una reminiscen­cia ni una idea abstracta sino un hecho que verdaderam­ente sucedió e implica que Jesús fue restituido a una vida nueva a la plena inmortalid­ad de Dios, dijo.

Explicó que la resurrecci­ón no es una vuelta a la vida “como con una necesaria segunda muerte, como sucedió con Lázaro”. “La resurrecci­ón tampoco es una reencarnac­ión como creen algunas religiones orientales. Tampoco es el simple recuerdo de Jesús y su enseñanza, ni mucho menos una simple energía”, agregó.

Como parte de estas festividad­es en la Catedral metropolit­ana la noche anterior, sábado 26, fueron bautizados 15 adultos, de los cuales recibieron la confirmaci­ón cinco, además de que se llevaron a cabo 22 primeras comuniones; estos sacramento­s también se realizaron en las diferentes arquidióce­sis de México. m

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