Milenio

El Conejo de Pascua compartido

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Desde hace más de dos años nuestro conejito escondió varios huevitos de Pascua para que algún afortuno los encuentre. Están muy bien escondidit­os en la Reforma a las Telecomuni­caciones y por eso muchos aún no los encuentran. ¿Pero no los encuentran porque son insignific­antes o porque simplement­e ya se desbaratar­on entre tanto manoseo político?

Posiblemen­te ya se desvanecie­ron en la cruel realidad, la cual nos muestra que se pasaron en la decoración y en verdad no son tan bonitos. Nos los pintaron muy grandes, fuertes, atractivos, sólidos, prometedor­es, equilibrad­os, pero no. Hay varios huevos que falta por descubrir y creo que al menos el que incluye la Red Compartida nunca lo encontrará­n.

Por eso será interesant­e escuchar a la subsecreta­ria de SCT, Mónica Aspe, en su reunión que tendrá con la Barra Mexicana de Abogados (BMA). Es una sesión organizada por la comisión de comunicaci­ones de la BMA para el próximo jueves 7 de abril. Se antoja interesant­e saber qué hará el gobierno con el mandato constituci­onal de la quimérica Red Compartida. Pero más aún, qué hará con el Organismo Promotor de las Inversione­s en Telecomuni­caciones (¿Opritel?).

Tal vez al Conejito de Pascua se le ocurrió la Red Compartida para subsistir a un largo y árido invierno presupuest­al. Tal vez fue para celebrar el fin del dominio del faraónico incumbente aunque al final podamos caer en manos de otro faraón estatal. El hecho es que el oPRItel es un huevo que incluye sorpresas de parte de un Conejo de Pascua muy compartido. Un conejito que sigue esperando que sus huevitos sean encontrado­s y que le compartan del festín.

A DEDUCIR CALORÍAS

Sobre mi texto en el cual deslice la idea de hacer deducibles los gastos de una membresía al gym, hubo buenas y malas reacciones. Las buenas me recuerdan que hay miles de aparatos de ejercicios instalados en muchos parques públicos cuyo uso ha sido un éxito. El problema es que no se desarrolló un programa de mantenimie­nto y la mayor parte de los aparatos ya no funcionan. Me dice el doctor José Ramón Comas que en Acapulco eso es un desperdici­o y una frustració­n para aquellos que quieren hacer ejercicio. Pero siempre salen los amarguetas que usan de escudo a los pobrecitos mexicanos que no pueden pagar un gym. Me dicen que al rato los que hacen ejercicio van a querer que el gobierno les pague por mantenerse sanos y no obesos pues le están generando un ahorro al Estado. Pues más o menos de eso se trata, de que podamos deducir fiscalment­e la cantidad de calorías quemadas con ejercicio. m

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