Carlito Dalceggio, un bohemio en el exilio que está libre en México
Este gitano canadiense, viajero del mundo y quien actualmente muestra su arte en la Ciudad de México, conversa con MILENIO acerca de sus orígenes, la colaboración con trasnacionales, el nexo música-pintura y su libro en puerta
Canadiense de origen, diseñador gráfico de profesión y en sus palabras ciudadano del mundo, Carlito Dalceggio adquiere inspiración en modo nómada por ciudades como Nueva York, Bali, México y París, y en países como Mauritania, Marruecos, Tailandia e India, donde no solo ha adquirido conocimientos culturales sino también ha dejado huella por medio de murales y exhibiciones.
Cada una de estas regiones que lo han visto pasar lo han estimulado para crear una simbiosis estética en diferentes medios donde la pintura siempre ha sido lo primordial.
Carlito fue introducido en el arte por su padre cuando vivían en un pueblo pesquero en Quebec, donde nació en 1971; a la edad de 18 años decidió tomar el hobby como algo más en serio y así es como se inscribió en la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad de Quebec, en Montreal.
Durante su vida en la universidad trabajó diseñando antros y centros nocturnos en Europa. A los 19 fundó el grupo de arte Organic Fresh Heroes,en el que él y otros artistas realizaban performancesy exhibiciones presentadas en el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal, seguido de más viajes alrededor del mundo que lo hicieron nutrirse como artista, siendo su colaboración para el Cirque du Soleil una de sus primeras experienciascuando ese tipo de entretenimiento era conocido por pocos.
El proceso creativo de Carlito empieza con bocetos en cuadernos donde la exploración y la intuición de sus ideas emergen con base en la elección de dichos proyectos, los cuales figuran cual episodios paralelos que atestiguan el desarrollo artístico de su inspiración: la obra del artista se puede catalogar como un tanto tribal, ya que sus creaciones narran una forma de vida abandonada por las nuevas sociedades occidentales.
Por medio del uso de símbolos vernaculizados se crean las superficies bidimensionales en las que Carlito construye el puente entre su conciencia revolucionaria y la del espectador, que detonan en un universo paralelo fuera de la realidad donde lo poético, lo sensual, la energía, las fuerzas de la naturaleza y lo irracional fluyen.
Las primordiales fuentes de inspiración de este artista surgen de la fusión alquimista que va desde el break dance de Nueva York a la mitología huichola. tFundada en 2014, Celaya Brothers Gallery (CBG) es un espacio que reta los límites creativos. Es una galería de arte contemporáneo con una oferta propositiva, que invita a artistas nacionales e internacionales, consolidados o emergentes, a desarrollar conceptos únicos y desafiar los parámetros de su tiempo.
Celaya Brothers Gallery se basa en la participación de los hermanos Víctor y Ricardo Celaya, quienes son originarios de Hermosillo, Sonora, y cuentan en su trayectoria con numerosos proyectos de arte, diseño y publicidad para más de 40 instituciones y marcas nacionales y extranjeras, entre las que destacan las iniciativas Seres Queridos y All City Canvas. Han producido más de 70 murales en ciudades como Monterrey, Campeche, París, Nueva York y México. En 2013 Dalceggio creó una moneda conmemorativa para la República de Canadá. La pieza de plata cuenta con un diámetro de 38 milímetros, en su lado anverso muestra la cara de la reina Elizabeth II y en su reverso una obra original del artista canadiense titulada Harmony (Armonía). El diseño está integrado por símbolos tribales que incorporan la exploración recurrente entre la armonía de la humanidad y la naturaleza, elementos que, según el autor, son esenciales y definen a Canadá junto con la prosperidad del futuro. Los temas creativos de Dalceggio incluyen los elementos de la vida contemporánea con una clásica composición narrativa.
Así lo explica: “Este diseño es como me imagino y lo que representan mis raíces, mi país, y sus relaciones con un nivel superior de conciencia. Al tratar a los símbolos tribales de una manera contemporánea, mezclo los antepasados y el futuro. Se trata de una composición narrativa circular sin punto de partida, ya que la imagen se puede enfocar desde cualquier lado, curvas y elementos lineales.
“Esta pieza representa la fusión y la armonía de la humanidad y la naturaleza, los elementos esenciales que definen Canadá, y la importancia de que estos vínculos sigan creciendo como un mensaje de la paz universal, de la armonía y la unión; es un recordatorio de los ciclos y el tiempo, lo que ahora es contemporáneo algún día será antiguo”.
Para el gitano, la música es todo: salvación, remedio, gracia, decadencia, paz, trance, amiga, liberación. Así como puede pasar todo un día escuchando el Bolero de Ravel o a Debussy, salta al rock