De las prioridades ciudadanas y del Congreso
Interrogados sobre la importancia que tienen para el país algunas iniciativas de ley que están pendientes en el Congreso, alrededor de dos terceras partes de los ciudadanos aseguraron que la reforma del modelo policial (68 por ciento), el sistema anticorrupción (65%) y la iniciativa para mejorar los salarios mínimos (64%) eran muy relevantes. Alrededor de la mitad opinó que lo eran la ley de aguas, de energía sustentable y para regular el endeudamiento de los estados.
Al preguntarles luego sobre cuál de esas propuestas de ley debía ser aprobada más pronto, una respuesta fue previsible, ya que 32% opinó que la más urgente era la de los salarios mínimos, toda vez que en la mayoría de las encuestas la preocupación más sentida de la población es el sustento cotidiano. Sin embargo, sorprende que el mismo porcentaje de ciudadanos piense que la iniciativa que debiera ser aprobada más pronto por los legisladores es la del sistema anticorrupción. Dicho de otra manera, dos de cada tres mexicanos tienen muy claras cuáles deben ser la prioridades del Congreso: desprivatizar la política y mejorar los ingresos de las familias. La reforma policial es prioritaria para 17%.
Y precisamente son las tres iniciativas sobre las que más incertidumbre existe si van a ser discutidas y aprobadas en el último mes del actual periodo de sesiones. Han transcurrido dos meses de éste, sin que se conozcan los avances de las comisiones que están revisando las propuestas respectivas, a fin de saber si van a llegar a ser votadas en el pleno. La referente a los salarios mínimos parece que está congelada o muerta. En algunos medios algo se discutió, pero los legisladores ni siquiera hicieron el intento de abrir un espacio para debatir el tema, no obstante que los datos oficiales señalan que la causa principal de los nulos avances en el combate de la pobreza es la caída de los ingresos de los mexicanos.
La corrupción, tema que irrumpió con gran fuerza desde el escándalo de la casa blanca y que se ha convertido en uno de los reclamos más fuertes de la sociedad a la clase política, camina al paso de una tortuga. Hay dos iniciativas, la de varias organizaciones civiles (la Ley 3de3) y la del PRI- PVEM. El método perfecto para entrampar o diluir los asuntos es precisamente ese: contraponer dos iniciativas, alargar el debate, no ceder en los puntos centrales, cansar a la otras parte, negociar un avance mínimo y justificarlo con el refrán “mejor eso que nada”. No quisiera ser profeta, pero me temo que ese será el desenlace del sistema anticorrupción. Mientras, los “Duartes” de este país (por aquello de que Veracruz es el estado más ineficaz en el uso del presupuesto según la Auditoría Superior de la Federación) siguen gobernando quitados de la pena.
Y de la reforma del modelo policial, basta decir, a riesgo de parecer disco rayado, que al rezago de seis años se le pueden sumar varios meses más. Ojalá y el silencio de los legisladores de las últimas semanas sea indicador de un trabajo serio y de que antes de fin de abril aprobarán una iniciativa bien diseñada, que obligue a los tres niveles de gobierno a tomar en serio la reconstrucción de las policías como uno de los instrumentos para reducir la inseguridad. De lo contrario, continuará el incremento de los homicidios (en febrero volvieron a subir) y Gobernación seguirá emitiendo boletines que exaltan la mejoría de la seguridad —como el último sobre la situación en Guerrero— que atentan contra la realidad y son un insulto a la inteligencia de los ciudadanos. m