Argentina toma vuelo
La albiceleste consiguió su tercera victoria consecutiva en la eliminatoria sudamericana para acercarse a las primeras posiciones de la clasificación
Argentina está de regreso. Luego de un mal inicio en la eliminatoria mundialista, en la que apenas sumó dos puntos de los primeros nueve disputados, la selección albiceleste ha encadenado tres victorias y ha recuperado terreno en la clasificación. Ayer, el conjunto albiceleste batió con autoridad 2-0 a Bolivia, con momentos de inspiración de Lionel Messi y una mayor jerarquía técnica frente a un sistema ultradefensivo.
Los goles del equipo argentino fueron marcados por el lateral Gabriel Mercado, a los 20 minutos, y por Lionel Messi, a los 30, de tiro penal por una dudosa infracción sancionada por el árbitro venezolano Jesús Valenzuela.
La gente disfrutó el resultado y el espectáculo, felices de ver a Messi y compañía en tierra cordobesa, lejos del estadio Monumental de Buenos Aires, brindando un juego ofensivo, pese al amontonamiento defensivo al que recurrió Bolivia.
Con este resultado, los argentino saltaron al tercer lugar de la eliminatoria de la Conmebol al llegar a 11 unidades, solo detrás de Uruguay y Ecuador, líderes con 13. De esta manera, el equipo del Tata Martino ha recuperado el terreno que dejó ir en las primeras tres jornadas.
La albiceleste lanzó un ataque intenso para no dar tiempo a Bolivia a acomodarse en el campo. Un tiro en el travesaño de Ever Banega fue un primer aviso apenas a los 11 segundos de comenzado el juego.
Al técnico boliviano Julio César Baldivieso, leyenda del futbol de su país, pareció no quedarle otro recurso que plantear un ultradefensivo 5-4-1. El equipo verde llegó con numerosas bajas de titulares. Aguantó todo lo que pudo a puro coraje y espíritu combativo, pero al final no fue suficiente.
El entretejido defensivo, tarde o temprano, debía quebrarse frente a la mayor jerarquía del rival. El entrenador argentino Gerardo Martino eligió a Gonzalo Higuaín de centrodelantero en lugar de Sergio Agüero. Pipita le dio la razón, en una eficiente continuidad de su hora de esplendor en Nápoles de Italia.
Metió un tiro de emboquillada, recibió el rebote y con inteligencia dio el pase-gol para el toque a quemarropa de Mercado, un lateral con vocación de área y cañonero. Al minuto 19 caía la resistencia boliviana.
El arquero Carlos Lampe le tapó un remate franco a Banega y tres tiros libres a Messi. El zaguero Luis Gutiérrez fue un aguerrido pilar aunque a veces se excedió en el empleo de la fuerza. La duda quedó sembrada cuando el juez Valenzuela
ARGENTINA sancionó un penal de Ronald Eguino por trabar botín contra botín a Banega.
Fue entonces que la zurda de Lionel Messi no perdonó desde los doce pasos. El 2- 0 prácticamente liquidaba este compromiso. Eso sí, hay que resaltarlo, fueron esos momentos del encuentro en que el goleador se pareció al articulador implacable de avances del Barcelona. Aparecieron sus destellos, con paredes, pases en profundidad hacia las alas y la búsqueda de la devolución acertada. A veces no logró buena compañía para dichas sociedades esenciales en el futbol, pero lo cierto es que se vio a un Messi en gran nivel.
Los argentinos disminuyeron el vértigo, la velocidad a todo vapor que le habían dado a su funcionamiento. Lo malo para ellos es que perdieron a Ángel Di María por lesión. En todo el complemento el partido se jugó en un campo de 50 metros, siempre en el de los bolivianos. Argentina no se cansó de martillar, pero no hubo más goles.