No caeremos en chantajes de una minoría, dice Nuño
“La situación ha cambiado de tener manifestaciones de 40 mil o 60 mil maestros o de tener paros en los que cerraban todas las escuelas a movilizaciones mucho menores”, destaca
Las protestas de la “minoría” de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) solo encontrarán en el gobierno federal “mano firme”, es decir, que “aplica la ley en toda su dimensión y en toda justicia”, con lo que continuarán los descuentos y los despidos para los docentes que rechazan la reforma educativa con paros y manifestaciones, advirtió el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño. “A esta minoría les volvería a hacer un llamado: no tiene sentido continuar en una lucha que lo que busca es una presión a la autoridad para recuperar privilegios que han perdido, privilegios como la venta y la herencia de plaza, privilegios como el presionar a los maestros para dejar a los niños sin clases y, a su vez, venir a generar presiones al gobierno y chantajes en los que ya no vamos a caer”.
Nuño afirmó ante estudiantes y académicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) que ya son pocos los maestros que están contra la reforma educativa: “La situación ha cambiado de manera dramática de tener movilizaciones de 40 mil o 60 mil maestros o de tener paros en los que cerraban todas las escuelas hemos pasado a movilizaciones mucho menores” .
En ese sentido, opinó que son los líderes de la coordinadora “quienes están cerrando la puerta de diálogo”, porque “piden un diálogo para burlar la ley o para tirar una reforma que fue aprobada por la mayoría en el Congreso.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, reiteró que no se permitirá a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación llegar al Zócalo capitalino; sin embargo, aseguró que se respetará la libre manifestación.
En entrevista, el mandatario local explicó que todos los que vengan de manera pacífica entrarán a la ciudad y se desmarcó de los bloqueos realizados en accesos carreteros.
“Obviamente aquí estarán los maestros que tengan que estar, como siempre han participado en sus concentraciones. Lo único que reiteramos es que sean manifestaciones pacificas y que no afecten en mayor medida la vida de la ciudad”, señaló.
Explicó que el gobierno de la Ciudad de México acatará cualquier medida precautoria que emitan los organismos de derechos humanos.
El mandatario local dijo que en la capital se respeta el derecho al tránsito y a la manifestación, pero que también es necesario que se respete la vida de la ciudad. En este sentido, mencionó que hay actividades importantes como la Feria de las Culturas y la exposición de una réplica de la Capilla Sixtina. “No hay manera de que lleguen al Zócalo, no se va a permitir llegar”, puntualizó.
Esta misma advertencia la hizo el fin de semana pasado luego del primer desalojo de los maestros que estaban en plantón en Bucareli.
PRD Y PRI, DIVIDIDOS
En la Cámara de Diputados, la presidenta de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, la perredista Hortensia Aragón, se manifestó a favor de que el gobierno federal y Nuño reanuden el diálogo con los maestros de la CNTE sin condicionarlo, porque de lo contrario reflejaría un “tinte bastante claro de autoritarismo”.
La postura de Nuño, dijo, de no sentarse con la disidencia magisterial hasta que no acepten la reforma es polarizar la situación.
Por su parte, el vicecoordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, señaló que el gobierno federal muestra su disposición al diálogo, pero dijo que el precio no debe ser la “inaplicación de la ley”, añadió que ahora falta ver si los maestros tienen la misma apertura para entablar comunicación.
En el Senado, donde protestaron los maestros de la CNTE durante la sesión de la Permanente, PAN y PRI cerraron filas a favor del gobierno federal y reprobaron que los maestros se dediquen a la protesta y dejen sin clases a los niños.
El coordinador del PRI en el Senado, Emilio Gamboa, subrayó que a los maestros se les paga para dar clases en las aulas y aunque están en su derecho de manifestarse, se encuentran dañando la educación de miles de niños. “Lo más grave que puedo yo calificar es que no estén dando clases a las niñas y a los niños de cualquier estado, para eso se les paga. Y están en su libertad de hacer una marcha, sí, pero no a la hora de su trabajo, no cerrando escuelas en muchas entidades; tres, cuatro entidades, fundamentalmente, y bloqueando las calles y no respetando los derechos humanos de terceras personas.
Esto dijo Gamboa momentos antes de que integrantes de la CNTE dejaran su pliego petitorio en Oficialía de Partes del Senado. m