Rechazó 62 mil mdd Monsanto, de cazador a trofeo
El grupo agroquímico y de biotecnología estadunidense siempre buscó absorber a rivales más débiles, nunca recibir una oferta de compra
Cuando el presidente de Monsanto, Brett Begemann, dijo en marzo que compañías menos eficientes en la industria de suministros agrícolas pueden buscar que las compraran rivales más fuertes, y que “estamos abiertos a conversaciones”, el grupo estadunidense no esperaba participar en alguna de esas negociaciones desde la posición de ser el blanco.
Pero eso es exactamente lo que ocurrió cuando el lunes la alemana Bayer dio un resumen de una oferta de 62 mil millones de dólares (mdd) en efectivo por Monsanto, para crear el mayor proveedor de semillas y productos de fumigación de cultivos.
Ayer, Monsanto rechazó la oferta de 122 dólares por acción que realizó el conglomerado con sede en Leverkusen, una acción que la mayoría de los analistas e inversores esperaba.
Monsanto, el mayor fabricante de semillas genéticamente modificadas, dijo que “su consejo de directores considera de forma unánime que la propuesta de Bayer AG está incompleta y que es financieramente inadecuada, pero que está abierta a conversaciones continuas y constructivas para evaluar si se puede alcanzar una transacción que esté en el mejor de los intereses de los accionistas de Monsanto”.
La pregunta es si Bayer tiene la fortaleza financiera para elevar su oferta a un precio más cercano a lo que el consejo de Monsanto encontraría aceptable y que los inversores puedan tomar en serio.
La oferta inicial de 62 mil mdd era un apretón para la firma, dado que contempla una combinación de títulos y solicitudes de préstamos, lo que llevará a que la deuda neta de Bayer cuadruplicara las ganancias anuales antes de interés, impuestos, depreciación y amortización, excluidos los pasivos de pensiones. “La oferta de Bayer parece oportunista. Además, al no esmerarse con su oferta inicial, Bayer cedió mucho terreno a Monsanto en la lucha de adquisición”, dijo David Begleiter, analista de Deutsche Bank, antes de que Monsanto rechazara la oferta de la compañía alemana. “Si bien creemos que la adquisición que busca hacer Bayer por Monsanto todavía es una posibilidad, la oferta inicial que no fue tan seria le permite al consejo de Monsanto, en primer lugar, rechazar de forma creíble la oferta y, en segundo lugar, hacer que la victoria de Bayer sea más difícil”.
Monsanto realizó conversaciones intermitentes con Bayer y BASF, la compañía alemana de productos químicos, durante varios meses, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.
Para Monsanto, con sede en San Luis, el objetivo principal era crear una empresa conjunta que le permitiera competir mejor contra rivales más grandes después de la propuesta de adquisición de ChemChina por Syngenta y la fusión prevista entre Dow Chemical y Dupont, el grupo estadunidense de productos químicos.
Lo que Monsanto dejó en claro durante las reuniones que tuvo en marzo con Bayer es que al grupo estadunidense no le interesa que lo adquiera el conglomerado alemán en ningún precio, dijeron dos personas cercanas al asunto. “Monsanto se considera a sí misma como el jefe del sector agrícola”, dijo William Young, director general de la consultora ChemSpeak. “Por supuesto, no tiene un buen proceso de desarrollo de productos de protección de cultivos, pero considera que su cartera es superior en concepto”.
Sin embargo, Bayer concluyó que el entorno de operación más difícil, la caída de los precios de los cultivos y un dólar más fuerte le daba la oportunidad para hacer una oferta por Monsanto.
Un número cada vez mayor de miembros del consejo y altos ejecutivos de Monsanto empezaban a darse cuenta que oponerse al acuerdo con Bayer en principio es un error, dijeron personas familiarizadas con la situación. “Internamente hay un grupo de personas que empiezan a aceptar Precio por acción de Monsanto que contempla la oferta inicial de Bayer por la agroquímica Alza que registraron las acciones de Monsanto en la Bolsa de NY; se ubican en 112 dólares por título Meta de ganancia por acción de Monsanto prevista en su plan de negocio hacia 2019 que las condiciones del mercado cambiaron radicalmente y que la única opción que tienen es hacer el acuerdo”, dijo una persona cercana a Monsanto. “Al final, todo se reduce al precio... si llega una oferta seria, no la van a rechazar”.
Algunos analistas, como Jeremy Redenius, de Bernstein Research, no descartan la idea de que BASF haga una contraoferta por Monsanto. Corre el riesgo de quedar rezagado en medio del aumento de acuerdos de consolidación en los que participan los productores de semillas y productos de fumigación de cultivos. BASF no quiso comentar.
Monsanto puede tener otras opciones además de Bayer, pero no se encuentra totalmente en ventaja. En marzo, Monsanto emitió una advertencia de utilidades. Las ventas y los ingresos netos cayeron el año pasado, y Colin Isaac, analista de Atlantic Equities, no está convencido de que Monsanto pueda alcanzar su objetivo de duplicar las ganancias por acción a siete dólares para 2019.
De ser este el caso, Hugh Grant, quien desde hace 13 años ocupa el cargo de presidente y director ejecutivo de Monsanto, no logrará su segundo conjunto de objetivos a mediano plazo durante su gestión.
Analistas no descartan que la firma BASF lance una oferta por la empresa agroquímica estadunidense Al no esmerarse en la propuesta inicial, Bayer cedió mucho terreno en la lucha, advierte experto
Después de no lograr adquirir a Syngenta en un tercer intento el año pasado, Grant trató de convencer a los inversores de que no era necesaria la estrategia anterior de Monsanto de combinarse con un gran productor de protección de cultivos. En su lugar, Monsanto debería enfocarse en empresas más pequeñas que se basen en la innovación de mejora de la productividad de los cultivos.
El rechazo de Monsanto a la primera oferta de Bayer sugiere que de nuevo está abierto a un gran acuerdo. Pero tal vez no del tipo que el grupo estadunidense se imaginó en marzo.