De Chivas a Carlos Sánchez. Días turbulentos
Más agitados y revueltos que hielos en bebida coctelera. Desde la misteriosa convocatoria a rueda de prensa de Chivas para anunciar su rompimiento con Televisa, hasta la telenovela de Carlos Sánchez –digna de la misma cadena en horario estelar–, pasando por la Libertadores y la regla del 10/8 que en palabras de Enrique Bonilla resultó más confusa que una clase de cálculo infinitesimal a las 7 de la mañana.
Lo de Chivas causó un impacto brutal. Nadie esperaba que el rumor mutara en noticia bomba en cuestión de horas. El “popular” Guadalajara se convirtió de manera intempestiva en producto exclusivo, en manjar para unos cuantos. Ya no será el periódico fácil de encontrar en cualquier esquina, ahora será revista de suscripción. ¿Cuánto estará dispuesta a pagar la afición del Rebaño Sagrado?
Chivas apuesta por una nueva fórmula sin importar que la marca registrada ya no estará al alcance de todos. Sus aficionados celebran y sus directivos se regodean con retadores videos porque asumen ya no ser parte del “sistema” pero, no estoy tan seguro de si ya les “cayó el veinte”. ¿Acaso Vergara regalará las entradas en el cine? ¿Pondrá “recargas” a los smartphones de sus aficionados con suficientes gigas? Se pondrá bueno el asunto.
Lo de la Libertadores es mucho más simple que la regla 10/8. Todo aquel club mexicano que participe en el certamen continental debería pedir anuencia para no participar en la Liga Mx. Demostrado está que es imposible competir en ambas. Se pierde más de lo que se gana. Pumas no tiene perdón esta campaña.
Y lo de la nueva regla, preocupante. Entiendo que parte del espíritu es reducir el costo del jugador mexicano de calidad, pero a cambio nos llenaremos de muchos petardos.
Sin filtros y sin límite de registros, caerán en efecto catarata decenas de foráneos clase D, de esos baratos y malitos.
Cuidado con el daño colateral, habrá repercusión en selecciones nacionales.