Palabras encadenadas
Efraín Berry saltó a la popularidad gracias al reality show Latin American Idol, en el que se colocó entre los tres finalistas; sin embargo, su carrera artística data de tiempo an-TES.
TES-tigos de su infancia y juventud aseguran que la vena artística de este hoy exitoso cantante y actor es de siempre. Él mismo cuenta que con apenas 4 años de edad debutó imitando a Luis Miguel. Y desde esas épocas empezó una preparación que ha incluido desde solfeo y piano, hasta composición literaria y desarrollo escéni-CO.
CO-mo es muy inquieto y talentoso, ha trabajado como cantante no solo en México, sino en una decena de países. Con esta trayectoria en la música, Efraín bien podría haberse dedicado solo a cantar; sin embargo, ha preferido ampliar sus horizontes, que lo han llevado a construir una sólida carrera teatral, y no solo en montajes musicales (Si nos dejan, Timbiriche, Los hartistas, son ejemplos de ello); sino también en teatro de texto (Los bonobos), y ahora, incluso, como produc-TOR.
TOR-pe sería de mi parte no recordar que el debut teatral de Efraín fue en el musical Selena, al lado de Lidia Ávila, en el que dio vida a Chris Pérez, esposo de la malograda cantante, y más torpe aún sería no subrayar que desde entonces, su presencia en los escenarios es constante, como hoy puede verse en Verdad o Reto, Mentiras y en la nueva y muy interesante puesta en escena Palabras encadenadas, escrita por Jordi Galcerán, conocido en nuestro país por obras como El método Grönhom, Burundanga y El crédi-TO.
TO-do lo que Efraín ha aprendido a lo largo de su ya considerable trayectoria, es la base sobre la que construye el nada fácil personaje de un psicópata en esta puesta en escena que deambula entre el thriller y la comedia ne-GRA.
GRA-cias a la naciente productora Berry-Martz, por traer otra vez a nuestros escenarios esta obra que hace cerca de una década se presentó por vez primera con las actuaciones de Alejandro Aragón y su entonces esposa Yolanda Ventu-RA.
RA-zones para ver esta obra, que se presenta los jueves en el foro Lucerna, en la colonia Juárez, sobran. Por lo que enlistaré solo tres de ellas: Interesante texto, dirección atinada y ágil (de Donald Bertrand); y muy buenas actuaciones (tanto de Efraín como de Pía Vergara).
(Nota: Si quiere entender el porqué de estas mayúsculas al final y principio de los párrafos, hay que ver la obra, un juego maravilloso, siempre y cuando no le toque perder).