Panorama económico de México aún es complicado
Apesar de que la economía mexicana tiene muchas fortalezas, los problemas más apremiantes aún no están resueltos. Lo más grave está en el hecho de que las finanzas públicas son muy frágiles, toda vez que el gobierno ha perdido una parte importante de sus ingresos a causa de la baja en los precios del petróleo. Para compensar esta disminución se han implementado profundos recortes al gasto, pero parece que esto ha sido insuficiente. Este año algo que ayudó enormemente a las finanzas públicas fue el traspaso que por 237 mil millones de pesos le hizo el Banco de México al gobierno federal.
Hay que aclarar que esa suma tan cuantiosa es la utilidad que obtuvo el Banco de México al haber acumulado reservas en dólares por más de 180 mil millones. Los 237 mil millones de pesos son la diferencia del valor de nuestras reservas al tipo de cambio (me imagino que al 31 de diciembre de 2015) y el costo promedio al que éstas se compraron a lo largo de los últimos años. Pero esta situación no se presentará seguramente en 2017 a menos de que el peso se devalúe tremendamente, lo cual no va a suceder. Es necesario profundizar en los recortes y sobre todo que tengamos un Presupuesto de Egresos para el año entrante verdaderamente austero.
Sería bueno regresar al concepto de presupuesto base cero que se cacareo mucho el año pasado, pero que desde mi punto de vista se quedó en el tintero.
Los recortes a programas sociales los rechazan los políticos porque son impopulares y no les dan votos. Por motivos distintos a los de ellos a mí tampoco me gustan, porque reconozco que hay enormes necesidades que atender, dados los vergonzosos índices de pobreza que tenemos; sin embargo, estoy seguro que existen en los programas actuales muchos que no son trascendentes, otros que en realidad no tienen impacto social y son un desperdicio de recursos, y muchos otros que, siendo significativos e importantes, se administran de una manera tan ineficiente que buena parte de lo que cuestan se va en la implementación de los mismos.
Próximamente los organismos responsables deberían defender, ante la ciudadanía, sus programas y buscar un mecanismo que esté a cargo de Hacienda o de la propia Presidencia para que solo se fondeen los que lo ameritan. Para muestra un botón. A usted le parece bien que este año se le hayan otorgado a la Comisión Nacional del Deporte 2 mil 600 millones de pesos para las Olimpiadas, para que lo medite.
Para sacar un presupuesto austero se necesitan muchas cosas, pero lo más importante es que exista la voluntad política. m