Milenio

Vuelve a la escuela con el lunch más saludable

Tener un adecuado refrigerio es importante para que los niños tengan energía para sus actividade­s e incluso un mejor desempeño académico

- David Segoviano

El próximo lunes, millones de niños volverán a las aulas tras el receso veraniego. Arranca el ciclo escolar 2016-2017 y tan importante es mandar a los niños bien preparados con uniforme y útiles escolares como con un adecuado lunch que, incluso, resulta clave para el desempeño escolar de los pequeños.

En su Guía de Nutrición de la Familia, la Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Alimentaci­ón y la Agricultur­a (FAO, por sus siglas en inglés), advierte que los niños que no reciben una alimentaci­ón adecuada crecen más lentamente o menos, tienen poca energía para jugar, estudiar o hacer cualquier tipo de actividad física y corren el riesgo de padecer enfermedad­es como la anemia.

De hecho, la Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012 sobre Servicios Básicos de Salud, Promoción y Educación para la Salud en Materia Alimentari­a, señala que los niños, desde su gestación hasta la pubertad, se encuentran entre los grupos que requieren mayor atención por el riesgo de presentar alteracion­es en su estado de nutrición.

“El lunch ayuda a cubrir todos los nutrimento­s que requiere el niño y brindarle energía para continuar sus actividade­s de la mejor manera y no llegar con demasiada hambre a la siguiente comida. Es importante recordar que el lunch no sustituye al desayuno, es una comida extra a media mañana”, advierte Alina García, nutrióloga certificad­a.

La especialis­ta destaca que el no sustituye al desayuno, pero es de vital importanci­a, pues no contar con un refrigerio adecuado puede afectar el desempeño escolar, ya que pasa mucho tiempo entre el desayuno y la comida, lo que puede causar que los niños estén adormilado­s, irritables y hasta con dolor de cabeza.

Alina García destaca la importanci­a de incluir en el desayuno al menos un alimento de cada uno de los tres grupos del Plato del Bien Comer: cereales, verduras y frutas, y leguminosa­s o alimentos de origen animal. “Si el niño desayuna bien, en el lunch podemos darle alimentos solo de uno o dos grupos”, comenta.

Para elaborar un buen lunch, la Procuradur­ía Federal del Consumidor (Profeco) recomienda elegir alimentos que el niño disfrute, sencillos de preparar y saludables. Deben ser seguros, pues los niños muchas veces los toman sin la supervisió­n de un adulto o incluso jugando.

Además, el lunch debe ser preparado con mucha higiene, fácil de transporta­r y en recipiente­s adecuados. M l lunch tiene el propósito de ayudar a cubrir todos los nutrimento­s que requiere el niño y brindarle energía para continuar sus actividade­s y no llegar con demasiada hambre a la comida, señala Alina García. ¿Puede afectar el desempeño escolar si no hay lunch o no es el adecuado? Sí, porque pasan muchas horas entre el desayuno y la comida. A las tres o cuatro horas de haber comido, la glucosa disminuye, y es importante recargar para tener esa glucosa en sangre y los niños puedan tener energía para estudiar y concentrar­se, de lo contrario pueden estar cansados y hasta dormirse por la sensación de hambre. ¿Cómo cambia el lunch cuando se tiene una actividad física intensa, como cuando se practica un deporte? Hay un mayor gasto energético y se requieren más calorías. No significa que de lunch mandemos una comida completa, sino que puede ser el mismo lunch, práctico, pero en mayor cantidad. Un buen ejemplo es un sándwich con pan integral, jamón de pavo, lechuga y jitomate, y para un niño que hace deporte, se puede agregar fruta picada. ¿Cómo medimos los alimentos de jóvenes en pubertad o adolescenc­ia que suelen comer bastante? Hay que seguir basándonos en el Plato del Bien Comer. Las porciones dependen de cada persona, no se puede generaliza­r, por eso es muy importante conocerlos y que desde niños aprendan a conocer su cuerpo, cuándo tienen hambre y cuándo están satisfecho­s. Podemos incluir una mayor cantidad de verduras, que causan saciedad. ¿Qué posibilida­d hay de incluir en el lunch una golosina y con qué regularida­d? Se vale. No existen alimentos buenos ni malos. Al no prohibirlo­s van a aprender a consumirlo­s en las porciones adecuadas. Se puede incluir una o dos veces por semana, no como premio, sino como parte de su alimentaci­ón habitual. ¿Qué tan importante es la variedad en el lunch escolar? Es muy importante, porque los niños se aburren muy fácil incluso de la comida. Si todos los días les mandamos manzana va a llegar un momento donde ya no quieran ni verla. Además, los nutrimento­s que tiene no son los mismos que los del plátano, la naranja, la guayaba o el melón, así que también en ese tema es im

portante la variedad. m

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