DE MISAEL!
Además de la medallota de bronce (y el millón de pesos prometido), la vida del Rodríguez cambiará cuando llegue a nuestro país. ¡No más boteo en los camiones! ¡No más pasar hambres y penurias! ¡Vamos, campeón!
Primero, lo primero: tenemos que recordar que la escort Paola VIP prometió servicio completo y libre de impuestos a todos los medallistas olímpicos mexicanos. Como al parecer Misael va a ser el único que traiga presea, se tendrá que lucir con su servicio, incluyendo final con calambre. Vuelta olímpica por la tradición obliga a que suban al pugilista a un camión sin techo y dé una vuelta por todos los municipios del estado, besando bebés y pidiendo a los niños que vean más bax. No estaría mal que le dieran las llaves de Parral, su ciudad natal, y que le hicieran una estatua tipo Rocky. Los patrocinadores estarán a la orden del día: además de las consabidas marcas de cerveza que querrán que anuncie sus caguamones, los negocios de su lugar de origen levantarán letreros con la leyenda “Aquí comía pollo frito y ahora es campeón” o “En este hotel Misael metió su primer punch”. ¡Abusados! Comentarista deportivo: por supuesto que las televisoras se darán con todo para tener los comentarios atinados de Rodríguez cuando haya funciones de boxeo. Es una fórmula que siempre funciona: ahí tienen a Jorge Campos criticando al Pikolín o a Julio César Chávez narrando las aventuras del Canelo. ¡Relevo generacional! Diputado: y después de que las aguas se calmen, Misael podrá subir como la espuma en la política. Primero como secretario del deporte en algún municipio, luego como presidente de la Conade (Dios lo libre) y, si se aplica, podrá coronar su esfuerzo como diputado plurinominal. ¡Es como sacarse la lotería! ¿Quién dice que no se puede?