Todo fue una invención
La única verdad que contaron (los nadadores) es que estaban borrachos” Demos un respiro a estos chicos, cometieron un error, la vida sigue”
LNATACIÓN
os cuatro nadadores olímpicos estadunidenses que dijeron ser víctimas de un asalto por parte de policías en Río de Janeiro no fueron robados, sino que participaron en un altercado con guardias de seguridad en una gasolinera y la vandalizaron, dijo la policía.
“No hubo robo practicado contra los atletas”, que estaban alcoholizados esa noche, dijo el jefe de la policía civil de Río, Fernando Veloso.
“Las imágenes no muestran ningún tipo de violencia contra ellos”, añadió el jefe policial, que dijo aguardar un pedido de disculpas de los atletas a los habitantes de Río.
El nadador estadunidense Ryan Lochte, poseedor de 12 medallas olímpicas, y tres de sus colegas denunciaron haber sido robados por policías armados en la madrugada del domingo, cuando regresaban en taxi a la Villa Olímpica tras haber asistido
Jefe de la policía de Río Vocero de los Juegos de Río 2016
a una fiesta en la Casa Francia.
El incidente provocó una fuerte indignación en plenos Juegos Olímpicos de Río 2016 y preocupó a las autoridades en esta ciudad conocida por sus elevados niveles de criminalidad.
Pero la justicia halló rápidamente contradicciones entre los testimonios de Lochte y su colega James Feigen, alimentando el misterio sobre lo que sucedió realmente esa noche.
Veloso indicó que los nadadores se detuvieron a medio camino en una gasolinera, que fueron al baño y que lo vandalizaron, quebrando la jabonera, un cartel de publicidad y una papelera. Dos agentes de seguridad del lugar los enfrentaron y uno de ellos impidió que partieran mostrando su arma, añadió. Se les pidió dinero para cubrir los daños y los atletas pagaron 20 dólares y 100 reales (30 dólares) y se fueron hacia la Villa Olímpica.
“El arma fue empleada para contenerlos. Nada indica que hubo exceso del guardia de seguridad”, comentó Veloso, y añadió que no hay indicios al momento de que el agente haya intentado sobornar a los atletas.
“Tenemos elementos que muestran que es improbable que una persona considerare esto como un robo”, y las imágenes de las cámaras de seguridad lo señalan así, dijo Veloso. Precisó que los agentes trabajan para las fuerzas de seguridad de la ciudad, pero no quiso especificar cuáles.
Según el portal G1, el guardia que sacó el arma obligó a los cuatro a sentarse en el suelo. Lochte se negó, pero terminó obedeciendo cuando el guardia le colocó la mano en el pecho y lo empujó hacia el piso.
El jefe policial estimó que los atletas deberían disculparse con la ciudad de Río de Janeiro por haberla “manchado con esa versión fantasiosa. Sería noble y digno pedir disculpas (...) La única verdad que contaron es que estaban borrachos”, dijo.
Estos atletas “compiten bajo una presión inmensa; demos un respiro a estos chicos”, declaró más temprano el portavoz de Río 2016, Mario Andrada, en un intento por enfriar los ánimos. “Son atletas magníficos, Lochte es uno de los mejores nadadores del mundo. Cometieron un error, la vida sigue”, afirmó.