Ícono neoyorquino en riesgo de venta
El mercado inmobiliario de la Gran Manzana especula sobre el futuro de la emblemática unidad de Macy’s en el centro de Manhattan
Se trata de un lugar emblemático de Nueva York, descrito en las guías de viaje como “el primer nombre de la historia de las compras”: el palacio del shooping Macy’s se alza en el centro de Manhattan como una de las grandes atracciones turísticas de la metrópoli estadunidense.
El buque insignia de la firma es una institución indiscutida de Nueva York. Abrió sus puertas por primera vez en 1858 y desde 1902 el suntuoso edificio art-decó alberga el más importante centro comercial junto a Broadway.
Con una superficie de casi 200 mil metros cuadrados, durante mucho tiempo fue también el mayor centro comercial del mundo. Pero el icónico edificio con su destacada estrella roja está en crisis desde hace tiempo.
Todo el que sube sus escaleras mecánicas de madera, legendarias pero visiblemente antiguas, que llevan a los pisos superiores del edificio de diez plantas situado en la Herald Square entre la calle 34 y la Avenue of Americas, se topa estos días con más empleados que clientes.
Incluso aunque el rótulo de Midtown Manhattan —que una vez al año se convierte en la meta del colorido desfile por el día de Acción de Gracias que organiza Macy’s— sigue siendo una atracción, el mito está cayendo. Los expertos inmobiliarios llevan tiempo especulando sobre una venta de la joya de la corona.
Macy’s sufre, igual que el resto de firmas de comercio minorista, de la dura competencia que supone el sector de las compras por internet. La firma de compras online Amazon es quien le roba a los centros comerciales cada vez más clientes. “Esperamos que Amazon supere a Macy’s en 2017 como número uno del negocio de la ropa en Estados Unidos”, pronosticó la casa de análisis Cowen & Co. el pasado mayo.
El relevo evidencia la transición a una nueva era: el negocio físico, el tradicional comercio, está cada vez más en declive.
Y esa tendencia afecta en gran medida a la matriz Macy’s Inc., que cotiza en Bolsa, de la que forma parte también la cadena de lujo Bloomingdale’s. Los inversionistas evitan al consorcio, cuyas acciones han perdido más de un 45 por ciento en un periodo de un año.
Un ligero rayo de luz arrojaron las cifras del segundo trimestre presentadas la semana pasada. Las ventas cayeron 2.6 por ciento, a 6 mil 104 millones de dólares y las utilidades cayeron a 217 millones de dólares, una caída de 25.6 por ciento, pero los analistas de Wall Street habían pronosticado cifras mucho peores.
Aunque Macy’s pudiera sorprender de forma positiva excepcionalmente, ello no cambiaría mucho en la situación global de la firma. Paralelamente al anuncio de