LAS OLIMPIADAS DEL REGRESO a CLASES
¡A descansar, padres de familia! A partir de mañana sus chamacos regresan a clases y ya no tendrán que soportarlos en casa. Es el turno de los maestros, que tendrán todo un año para llenarles el cerebro de conocimientos... o por lo menos para intentarlo,
Sin piedad contra los niños chillones
Si no quieren ir a clase, deles un abrazo, la bendición y aviéntelos como saco de sorgo. Lo importante es regresar a la casa y echarse un coyotito extra, prenderle a las olimpiadas y servirse un martini mañanero. Que la maestra les limpie los mocos ¡viva!
No gaste en lujos
Vaya a comprar los útiles escolares a los tianguis de segunda mano; con suerte se conseguirá algún libro que ya tenga subrayadas las partes importantes. Compre lápices baratos, de todos modos los pierden, y bájele la valenciana a los pantalones del año pasado. Mejor gaste esa lana en un mezcalito, consiéntase.
No se preocupe por el lunch
Por mucho que intente alimentarlos bien, cuando crezcan le entrarán a los dorilocos y a los esquites con pata de pollo, además de echar panza tomando caguamas con los amigos. Con un tamal y un atole, que así le hicieron nuestras abuelas ¡y salimos normales!
No se angustie
Si le tocó la mala suerte de que su hijo esté en una escuela cuyos maestros estén marchando con la CNTE, llévelos sin preocupación. No importa que no haya un profesor al frente, de cualquier modo algo aprenderán con sus amigos (a cazar pokémones, por ejemplo o a defenderse del bullying). Lo importante es convivir.
Evite el tráfico
No se convierta en un cavernícola estacionándose en doble fila, saliendo cinco minutos antes de la hora de entrada, ni tomando Uber para ir a tres calles. Saque la bicicleta y trepe a su vástago en el manubrio: tiene la ventaja de que puede ir tuiteando por usted o hacer un Periscope de cómo es el primer día de clases. En una de esas se hace una estrella de internet, como Yuya, y lo saca de pobre.