UNA DE VAQUEROS
Los siete magníficos (The Magnificent Seven). Dirige: Anton Fuqua. Con Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Haley Bennett, Matt Bomer y Peter Sarsgaard. EU, 2016
Después que su marido muere asesinado por orden de un codicioso villanazo que desea adueñarse de las tierras en las que se encuentra su pequeño pueblo del viejo oeste —que, claro, son ricas en oro y minerales preciosos— una joven viuda contacta a un cazador de recompensas para pedirle que le ayude a hacer justicia. Éste decide ayudarla y reúne a seis expertos forajidos para enfrentarse a las fuerzas del mal (la viudita también tendrá algo qué ver, claro, porque además es muy guapa y muy valiente). ¿Suena familiar? Ciertamente lo es, porque se trata de una nueva versión —que no un remake en forma— de Los siete magníficos, uno de los últimos westerns clásicos de Hollywwod, filmado en 1960.
Antoine Fuqua, deseoso de dejar su marca —y comprometido contractualmente por el estudio— en el género, reúne a un elenco no exento de interés, encabezado por Denzel Washington en la clase de papeles que ha hecho cómodamente desde hace unos ocho o nueve años, y el galán simpático Chris Pratt, que se liga a la guapa viudita (Haley Bennett). Otras figuras, todas elegidas con una corrección política impecable, son interpretadas por Ethan Hawke, el paisano Manuel García Rulfo, Vincent D’Onofrio y Luke Grimes, y entre todos enfrentan al malísimo (Peter Sarsgaard, que uno espera haya recibido un pago decente por hacer esto), de un modo predecible, bien filmado, pero aburrido y sin sorpresas.
Este es un producto hecho mecánicamente, para no perder los derechos de una franquicia. Ya se verá si la taquilla le justifica una o dos secuelas; por lo pronto, lo aburrida, estéril y sosa que es no garantiza que el entretenimiento del espectador dure más de los casi 120 minutos.