UN VIEJO CONOCIDO
RICARDO LA VOLPE FUE PRESENTADO COMO EL TÉCNICO EN AMÉRICA; VUELVE 20 AÑOS DESPUÉS DE SU FALLIDA PRIMERA VEZ EN COAPA; DIRIGIRÁ ANTE PUMAS EL SÁBADO
Apareció flanqueado por los presidentes de América, recorrió el campo principal de Coapa, vestía como es tradicional en él, se despojó del sacó y recibió la chamarra oficial del club, con sus iniciales en el lado derecho del pecho, y una camisa con su nombre en la espalda. Había vuelto a un club del que salió hace 20 años machacado tras perder un Clásico Nacional por 5-0. Su regreso se dio en una maraña de reporteros, cámaras de foto, televisión y celulares que registraban su retorno.
¿Ha cambiado Ricardo Antonio? Sí, el paso del tiempo se hace evidente en el cuerpo, en su rostro, en el cabello. En su conferencia de prensa no perdió ese toque que le ha caracterizado de explayarse en sus respuestas, se notó mesurado, hasta se dio tiempo de soltar alguna broma.
Hay entrenadores que parecen no tener fecha de caducidad, La Volpe es uno de ellos, es una fórmula conocida y recurrida por los directivos que lo siguen viendo como un tipo que ha formado escuela, aunque en su ficha curricular apenas figura un título de Liga en el futbol mexicano, el que logró en 199293 con Atlante.
Habló después de que lo hiciera el presidente deportivo, Ricardo Peláez, quien reiteró que con su llegada los objetivos siguen de la misma manera que hace unos meses, es decir, con el compromiso de pelear por la Liga, de ganar la Copa y hacer un buen papel en el Mundial de Clubes. La Volpe lo aceptó, porque así estaban puestas las condiciones.
“Es un reto fuerte para mí, más allá de la trayectoria, siempre que se asume una responsabilidad en un equipo grande, y sabemos lo que es América no solo en lo local sino en todo el territorio, el reto es mayor, sé el compromiso que asumí y como le dije a los jugadores, dependo de ellos mi 20 o 30 por ciento estará en el trabajo y en lo que los puedo orientar”, dijo.
Acto seguido, lamentó las circunstancias en las que llegó al puesto, pues con Ignacio Ambriz septiembre de 2016 mantiene una buena relación, y le echó una flor al ex entrenador de las Águilas al reconocerle que “no nos dejó nada hundido, Ambriz venía haciendo un trabajo y sabemos que la gente es exigente, más que los directivos”. Y señaló que un equipo como América “tiene que ganar y estar peleando arriba. Después un acto de fe: “Anoche le agradecí a Dios por esta oportunidad, voy a trabajar a full, voy a conocer a mis jugadores” y la promesa que con él, el equipo “va a transpirar la camiseta”.
Pero también un recuerdo a la ideología que ha defendido, pues avisó que cualquier jugador tendrá que demostrar porque viste la playera. “Yo busco al jugador, si la está rompiendo va a la cancha y el extranjero tiene que demostrar porque está contratado, porque es figura; todos tienen que demostrar, tenemos materia prima para pelear de tú a tú a cualquier equipo”.
NO ES EL MISMO
Mientras José Romano, el presidente operativo, había comunicado que el contrato de Ricardo Antonio es por lo que resta del torneo y un torneo más, Ricardo Peláez, presidente deportivo, explicó algunos de los motivos por los que se decantaron por el argentino.
“Me entrevisté con cuatro o cinco entrenadores, era importante eliminar riesgos y al platicar con Ricardo y cuestionar muchas cosas vi en él esa ilusión, compromiso, experiencia, madurez, no es el mismo de hace 30, 20 o 5 años, ha venido evolucionando y buscando nuevos retos, hablo de metas altas, me fijé mucho en eso y en esa madurez en lo táctico y en lo futbolístico”.
Hubo un planteamiento que no agradó del todo a La Volpe, cuando se le dijo que si su regreso era una revancha después de lo ocurrido hace 20 años, pero aseguró que eso lo dejó enterrado