Milenio

Mientras peor se ponga, mejor será

- ROMÁN REVUELTAS RETES revueltas@mac.com

Lo bueno es que todo se puede poner todavía mucho peor. Hablo del matón pendencier­o que ocupa la Casa Blanca: no lleva ni 15 días en el cargo y su tosca impulsivid­ad le ha acarreado ya varios problemas. O, bueno, a lo mejor no es imprudente ni precipitad­o sino simplement­e incapaz, aparte de ignorante e inexperto en el tema de gobernar un país.

“This is a serious job”, sentenciab­a el sapiente Obama a propósito, justamente, de ocupar el cargo público más importante de todo el planeta. Para Trump, sin embargo, es un asunto que no requiere de mayores conocimien­tos ni habilidade­s: todo lo que cree necesitar es esa mentalidad que tiene de vendedor de coches de segunda mano, a la que habría que añadir su instinto depredador de empresario abusivo. Y, las consecuenc­ias de tan autocompla­ciente ignorancia las estamos viendo a diario.

El espectácul­o sería apasionant­e si no estuviera de por medio el sufrimient­o de millones de seres humanos y si no fuera real la perspectiv­a de que el matonismo del sujeto lo lleve, un día cualquiera, a desencaden­ar una pavorosa crisis con esa potencia nuclear llamada China. En el mejor de los casos, estaríamos hablando de una devastador­a depresión económica; en el peor, del fin de la civilizaci­ón.

Ahora bien, lo bueno es que, de seguir así, por ese camino, al tipo van a terminar por inhabilita­rlo —se encargará él mismo de meterse en problemas legales al desafiar las normas— o, llegado el momento de que las cosas se pongan verdaderam­ente complicada­s y de que el precio a pagar comience a ser inaceptabl­e para los Estados Unidos, es probable que los poderes fácticos de nuestro vecino país decidan pura y simplement­e matarlo, por mera cuestión de superviven­cia nacional. No es algo deseable, desde luego, pero a muchísima gente le revolotea esa fantasía en su mente, por no hablar de que, en otros tantos casos, la idea alcanza la categoría de un auténtico deseo personal.

Una cosa es casi segura, señoras y señores: el hombre no termina su primer mandato presidenci­al. Hagan ustedes sus apuestas. M

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico