Ciudad, arte y espacio público
Donde veía volcanes hoy veo un enorme edificio como horizonte. Salgo de casa y la banqueta es tan estrecha que me pasan rozando autobuses y micros con prisa inexplicable. Si opto por el coche, me preparo contra el mal humor, la agresión, la posibilidad de un embotellamiento o un asalto. Cada día hay más centros comerciales y menos parques. La gente casi no conversa, los niños ya no juegan en la calle.
La ciudad, dice Fernando González Cortázar, es nuestra segunda piel. Y nuestra calidad de vida depende, en gran parte, de cómo nos relacionamos con ella. En las últimas décadas, las grandes infraestructuras, los enormes edificios, la construcción de vialidades orientadas al predominio del automóvil, han deshumanizado la ciudad, clausurado lugares de encuentro, diversión y cultura al aire libre. Por eso, desde que ingresó a la Academia de Artes hace tres años, el arquitecto y paisajista mexicano Mario Schjetnan pensó que, si en otros países han logrado revertir la anticiudad, en México también es posible. Y propone humanizar la ciudad con cultura.
Hay una gran corriente de urbanismo ambiental en el mundo en la que participan ecologistas, arquitectos, paisajistas, urbanistas, ingenieros y artistas dedicados a recatar el espacio público de manera conjunta. En esa nueva corriente, los países más civilizados como Alemania o Inglaterra destinan, por ley, 1 por ciento de la inversión en cada obra pública al arte como parte del proyecto. Ya sea un paso a desnivel, un hospital o un aeropuerto.
En México, donde hay excelentes arquitectos de edificios, pero pocos paisajistas, hay que aprender de intervenciones exitosas en diversas ciudades del mundo. Como la de Ginés Garrido, autor del proyecto M30 en Madrid, que hizo del periférico un cinturón verde. O la de Martha Schwartz, con la Plaza del Gran Canal de Dublín y la de Laurie Ollin, que rediseñó el embarcadero del río Hudson en Tribeca, Nueva York…
Todos ellos y más participarán en el coloquio internacional Ciudad, Arte y Espacio Público que la Academia de las Artes, el INBA y diversas asociaciones de arquitectos organizan para el 17 y 18 de febrero en el Museo Tamayo. Luego vendrán el libro y las recomendaciones a la Secretaría de Cultura. ¿Se imaginan avenida Chapultepec como una gran rambla? Todo, asegura Schjetnan, es posible si retejemos la ciudad con imaginación. M