ESTACIÓN SANTA FE
En octubre de 2015 la Secretaría de Comunicaciones y Transportes anunció una modificación a la ruta original del tren interurbano a Toluca, la cual contemplaba un tramo sobre la avenida Vasco de Quiroga, para desviarlo hacia terrenos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Comisión Nacional del Agua, alargando el recorrido 4.3 kilómetros más. El objetivo de esta medida, según la dependencia, fue evitar molestias a los vecinos de la zona de Santa Fe. Dicha extensión del recorrido será muy onerosa para el gobierno federal, ya que cada kilómetro de ferrocarril cuesta alrededor de 600 millones de pesos, sin contar la afectación a los terrenos federales por donde pasará el tren.
En México existe un fenómeno inmobiliario muy peculiar: la proximidad de un terreno a estaciones de transporte público como Metro, autobús o tren disminuye notablemente su valor actual y su plusvalía. En casi todas las demás ciudades y países del mundo sucede exactamente lo contrario: la infraestructura de transportes aumenta significativamente el valor inmobiliario añadido.
¿Cuáles pueden ser las razones de esta inexplicable discordancia? Para responder esta pregunta es útil observar la situación actual de los inmuebles próximos a estaciones del Metro. Por ejemplo, las inmediaciones del Metro Tacubaya se encuentran en un estado de deterioro notable debido al descontrol sobre el comercio ambulante y la abundancia de microbuses, los cuales no encuentran otro modo de prestar sus servicios más que invadiendo la vía pública. Esto sin duda afecta el valor de los edificios próximos a dicha estación; quizá la situación mejore cuando se realice el centro de transferencia que está planeado para esa zona. Sin embargo, muchas otras estaciones no han afectado negativamente a las colonias donde se ubican, por ejemplo las más recientes que corresponden a la Línea 12 del Metro.
Si concluimos que no es la infraestructura de transporte por sí misma la que afecta a las colonias donde se instala sino los servicios secundarios, esperamos que en el caso del nuevo Tren Interurbano exista mayor control y previsión por parte del Gobierno de la Ciudad de México para que no tenga efectos negativos sobre el urbanismo de Santa Fe y de todas las demás zonas donde existirán estaciones.
Comparto la postura del urbanista Jaime Lerner, ex alcalde de Curitiba y gobernador en dos periodos del estado brasileño de Paraná, respecto a que una ciudad desarrollada no es aquella donde todos los habitantes poseen un automóvil, sino aquella donde la mayoría, incluidos los más ricos, utiliza el transporte público. m