Amenaza por tierra
Devonta Freeman y Tevin Coleman son piezas tan intercambiables y efectivas en el ataque terrestre de los Halcones de Atlanta, que incluso el quarterback Matt Ryan los confunde.
“Matt no sabe siquiera quién está jugando”, dijo Coleman con una sonrisa.
Freeman es el titular, pero no hay motivo para hacer ajustes cuando Coleman entra, y esta situación garantiza que ambos se mantengan frescos para penetrar las defensivas rivales.
Su relación va más allá del terreno de juego. “Es mi hermano”, aseguró Freeman en la antesala del Super Bowl. “Cuando ves a alguien te das cuenta que quiere ser parte de algo especial, trabaja duro y no hay razón para no querer a esa persona o no tenerle el mayor de los respetos”.
Ante la eficacia tan semejante que muestran, parece que no seguirán mucho tiempo en el mismo equipo.
Serán amigos por toda la vida, pero las realidades de la NFL, con el tope salarial y otros aspectos que dificultan mantener un plantel, llevarán a una separación.
Freeman, quien jugaba en Florida State y fue reclutado en la cuarta ronda del Draft de 2014, causó ya algo de revuelo en la semana, al manifestar su deseo de un nuevo contrato.
Corrió para más de mil yardas y fue electo para el Pro Bowl en las últimas dos campañas, no es una sorpresa que quiera una remuneración propia de los principales corredores de la Liga.
Coleman fue seleccionado en la tercera ronda del Draft de 2015, procedente de Indiana, y pese a perderse tres partidos de la campaña por una lesión, acumuló 520 yardas por tierra y ocho anotaciones.