Crece asedio republicano a Reserva Federal de EU
El futuro de la cooperación transfronteriza para la regulación bancaria en la era Trump, se puso en duda con el aumento de la presión interna sobre la Reserva Federal de Estados Unidos y porque un alto miembro de la Cámara de Representantes insta al banco central a no negociar ninguna nueva norma en los “herméticos” organismos internacionales. Ralph Hamers, director ejecutivo del banco holandés ING, dijo a Financial Times que teme que Estados Unidos pudiera retirarse del acuerdo global sobre regulación bancaria, que se retrasó debido a las divisiones en el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea. “Ya no sabemos cuál es la postura de los estadunidenses”, dijo Hamers. “Eso significa más incertidumbre, y la incertidumbre nunca es buena, frena la inversión y restringe el crecimiento económico”. Hamers habló después de que se conoció una carta que Patrick McHenry, uno de los cinco republicanos más importantes en la Cámara de Representantes, envió a Janet Yellen, la presidenta de la Fed. En la carta, con fecha del 31 de enero, se advierte que la “participación continua” de EU en los foros internacionales como Basilea, el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por su sigla en inglés) y la Asociación Internacional de Supervisores de Seguros, dependerían de que cumplan con los objetivos del gobierno de Trump. McHenry agregó que ese paso probablemente implicaría una “revisión general de los acuerdos anteriores que castigaron injustamente al sistema financiero estadunidense en áreas tan variadas como capital bancario, seguros, derivados, riesgo sistémico y gestión de activos”. Los republicanos también presionan por una legislación que limite la libertad de maniobra de la Fed. Durante las elecciones, Donald Trump acusó a Yellen de mantener las tasas bajas a solicitud del ex presidente Barack Obama. “Este es un ataque múltiple sobre la independencia de la Fed”, dijo Diane Swonk, de DS Economics. En un nuevo cambio notorio en el enfoque del gobierno de Obama, Trump también debe realizar sus primeros pasos para deshacer partes de las reformas Dodd-Frank que reconfiguraron la banca estadunidense en el periodo posterior a la crisis financiera. McHenry escribió: “A pesar del claro mensaje que envió el presidente Donald Trump de darle prioridad a los intereses de EU en las negociaciones internacionales, parece que la Reserva Federal continúa negociando normas internacionales de regulación para las instituciones financieras con burócratas globales en tierras extranjeras”. Dijo que la Fed lo hacía “sin transparencia y sin rendición de cuentas, ni la autoridad para hacerlo”. Agregó: “Esto es inaceptable”. McHenry tiene influencia porque es vicepresidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara. Pero todavía hay que esperar a ver si la Casa Blanca está de acuerdo con él en este tema. Steve Mnuchin, el candidato de Donald Trump para la Secretaría del Tesoro, aún espera su confirmación en el pleno del Senado. Wayne Abernathy, alto funcionario de la American Bankers Association, un grupo de cabildeo, dio la bienvenida a la intervención de McHenry. “Todo este proceso internacional es demasiado opaco y necesita más escrutinio público y visibilidad”, dijo. Como ejemplos de las regulaciones de Basilea problemáticas, Abernathy citó las normas para penalizar a los bancos por tener demasiada exposición a los negocios de cobro de deuda hipotecaria, y las reglas de liquidez que no reconocen que los estadunidenses suelen considerar a los bancos como refugios en épocas de crisis. McHenry escribió: “La Reserva Federal debe cesar todos los intentos para negociar estándares vinculantes que son una carga para las empresas estadunidenses hasta que el presidente Trump tenga la oportunidad de nominar y designar funcionarios que le den prioridad a los mejores intereses de EU”.