Con la muerte de David, se fue el último grande de los Rockefeller
Este multimillonario falleció el pasado lunes 20 de marzo; a lo largo de 101 años de vida logró amasar una fortuna de 3 mil 300 millones de dólares
EEl lunes pasado falleció a los 101 años el último gran Rockefeller. Según la revista Forbes, David Rockefeller era el multimillonario más longevo sobre el planeta, su fortuna —que ahora será repartida entre familiares y fundaciones— asciende a 3 mil 300 millones de dólares.
David nació en cuna de oro, algo que es obvio solo con escuchar su apellido. Su abuelo era John D. Rockefeller, fundador de Standard Oil, el conglomerado que por varias décadas controló el mercado petrolero y lo convirtió en el hombre más rico en la historia de la humanidad.
Algunas estimaciones indican que este personaje llegó a contar con cuatro veces más dinero de lo que ahora tiene Bill Gates, actualmente el hombre más rico del mundo.
Se dice que su compañía petrolera era tan grande que llegó a controlar 90 por ciento de la extracción, refinamiento, transporte y distribución del petróleo en Estados Unidos. Con eso consolidó la dinastía más reconocida, al grado de tener su propio historiador.
El poder de Standard Oil era tal que el gobierno tuvo que intervenir y obligarla a separarse; de sus entrañas surgieron más de 34 empresas independientes, entre las que destacó ExxonMobil. “Tiene más dinero que Rockefeller”, es una frase usada con regularidad que define perfectamente el reconocimiento mundial que ha alcanzado esta familia.
David Rockefeller construyó su propia fortuna en el sector bancario gracias a su paso por Chase Manhattan Bank —ahora conocido como JP Morgan Chase—, donde fue presidente de 1969 a 1980. Desde ahí se enfocó en financiar a grandes corporativos, pero también aprovechó que por sus venas corría petróleo, e hizo de ExxonMobil uno de sus principales clientes. tratación completamente en línea, como ya sucede en algunos casos. El directivo de la firma que ofrece soluciones tecnológicas explicó que 69 por ciento de las compañías de servicios financieros mencionaron que sus iniciativas digitales son una prioridad “alta” o “relativamente alta” en comparación con otros objetivos estratégicos. De ser ciertas dichas afirmaciones, señaló Geifman, la consecuencia directa se reflejaría en una serie de cambios e innovaciones en el corto plazo. “Las aseguradoras deben estar atentas no solo a los canales que faciliten la comunicación con sus clientes, de manera que puedan estar disponibles las 24 horas del día tanto para brindar asistencia como para la contratación de pólizas”, apuntó. Por último, el especialista destacpó que más allá de aprovechar el internet de las cosas, las compañías de seguras deben poner especial atención a las oportunidades disruptivas, como por ejemplo, el aseguramiento de drones y la llegada de vehículos autónomos. M